de Silvia Tombesi
Mi infancia no fue paraíso alguno.
Pero tampoco, como dice Benedetti que es posible que sea la infancia,
"un infierno de mierda". Digamos que conocí una parte del primero y una
buena porción del segundo. Qué se le va a hacer.
No voy a enumerar las ausencias que me convirtieron en una nena rodeada de adultos. Imaginen.
(sigue acá)
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