31.12.04

Mucho me temo que el último post del año dirá sólo esto.

30.12.04

Bandera

Nada más aburrido que anécdotas de la colimba. Ahí va otra. (Me la recordó ayer una escena de esa horrible película con Richard Gere y Debra Winger, Reto al destino.)
Una vez, en una formación para un acto patriótico-militar, me mandaron a izar la bandera, típica ocupación de petisos, que deslucen las gloriosas filas del ejército nacional, casi nunca vencido.
Yo no tenía instrucciones específicas, dicho sea en mi defensa, pero lo peor fue que experimenté una especie de déjà vu o experiencia extracorporal y se me cruzó la escena tantas veces repetidas de los años escolares, cuando izar la bandera era un mérito y, especialmente, había que coordinar con suma precisión la subida con la luenga duración de Aurora o alguna otra canción patria.
El tema es que en el cuartel es lo contrario: todo el regimiento está en posición de firmes, haciendo la venia, contracturado... y el izador tiene que apurarse como himno antes de un partido de fútbol. Debo haber tardado mucho más de lo habitual, porque el coronel, un militarote hosco y abotagado, me escupió entre dientes: “Apuresé, soldado.” Ahí sí, le di con todo en el último tramo, hasta clavar la bandera en lo alto del mástil. Pensé que me tocaba calabozo pero zafé, seguramente por piedad o por olvido. (Olvido, mío, es lo que me convendría, pero mi memoria es “como un vaciadero de basuras”).


28.12.04

"El Vaticano impone mucho respeto a la gente. Entre sus riquezas mundanas y sus listas de castigos eternos, el visitante se siente empequeñecido. Los castigos excesivos que prescribía la Iglesia y sus riquezas excesivas eran en realidad complementarios. Sin el infierno, esas riquezas hubieran parecido un robo" (John Berger, El tamaño de una bolsa, citado por Mario Wainfeld en Página de hoy).



27.12.04

En Infobae de hoy: "Alerta en la industria farmacéutica contra Michael Moore. Advierten a sus empleados que estén atentos si ven a un tipo desaliñado, con una gorra de béisbol. Temen que el polémico cineasta esté preparando un documental sobre el tema de los medicamemtos."

Y, si ven a un petisito riojano, con rastros de patillas y gato en la cabeza, y pinta de mono millonario, agárrense los bolsillos.

La tarde de verano

La tarde de verano es una frescura indecisa, gris, después de las lluvias.
Pero el jardín, ah, el jardín con la luz de las rosas, frágil y húmeda,
va dando la dulzura del tiempo, la secreta dulzura, irisada, del tiempo.

El momento dorado se abre y mira las flores.
Amigos, y los otros que no saben de la vida de los jardines, luego de las
lluvias,
ni de los sentimientos de las horas a través de las rosas,
ni menos de las relaciones del cielo último con las criaturas que se empinan
para recogerlo?

Amigos, y los otros, entre un agudo mundo de puñales?

Juan L. Ortiz

24.12.04

El colectivo de las 5

Yo hacía el servicio militar en Campo de Mayo, pero cumplía horario de oficina (salvo cuando hacía guardias). Tenía que presentarme en el cuartel a las 7 de la mañana. Para eso, tomaba desde Villa Maipú hasta José León Suárez el colectivo 187 (una línea que no duraría mucho más de aquella época, años 1981-1982). Pasaba a las 5 en punto. El interno que me tocaba lo manejaba un chofer de bastante edad, quizás cercano a su jubilación. Por otra parte, los lunes tenía franco y nadie lo remplazaba, por lo cual ese día tenía que tomar el que pasaba a las 5 y media y, como comprobé que igual llegaba a horario, cambié permanentemente. Pero, mientras tanto, subí durante bastante tiempo al interno de las 5, que se llenaba de un montón de hombres de cierta edad. Yo notaba que cada uno de ellos subía en la misma parada todos los días y se sentaba en los mismos asientos. Conversaban entre sí, por supuesto, pero yo no les prestaba atención, entre otras cosas porque me dormía casi de inmediato, en el último asiento, y sólo me despertaba al llegar a la terminal. Ah, viajaba gratis, claro está, gracias al uniforme (que me permitía hacer lo mismo en los cines, gloriosamente, pero eso es otra historia). Un día, cuando subí al vehículo, siempre saludando pero con la intención de pasar de largo hacia mi ubicación habitual, el chofer (me acuerdo que tenía bigotes) me hizo una seña como para detenerme y hablarme en voz baja. Me dijo, entonces, que había un pasajero del colectivo, que subía después que yo, que durante años había ocupado el asiento del fondo, en el cual yo me dormía despreocupadamente. Y ahora, por supuesto, con mi presencia, yo había perturbado ese extraño orden, seguramente añoso. Me pedía, el chofer, si podía ocupar otro asiento, para dejarle al viejito que reconstruyera el ritual. Por supuesto, lo hice. Y comprobé que, en efecto, el pasajero ocupaba mi, o más bien su asiento, al fondo de todo. Y ―creo ahora, pero no estoy del todo seguro― que desde entonces las conversaciones entre los pasajeros se hicieron más animadas. No sé, en realidad, porque yo seguía durmiendo hasta José León Suárez.



22.12.04

Luche y no vuelve

Por favor, chicas y chicos: llevaos la mano izquierda al lugar correspondiente de vuestros cuerpos y mantenedla allí todo el tiempo que vuestras ocupaciones lo permitan, porque hoy vuelve el Hombre...



21.12.04

"Hay tres reglas para escribir ficción. Desgraciadamente, nadie sabe cuáles son" (W. Somerset Maugham).


20.12.04

Bancos

A la sucursal de un Banco que atendía mucha gente del campo solía acudir un chacarero que pedía ver su dinero depositado, para asegurarse de que aún estuviera allí. Los empleados no sabían como explicarle (ni se animaban) que eso no era posible, que su depósito era sólo un asiento contable, pero el dinero, físicamente, no estaba. Por fin, el gerente de la sucursal, condescendiente, se encargaba de acompañar al chacarero hasta la bóveda y le mostraba algunos fajos del dinero que allí había. El hombre se iba lo más tranquilo, sin advertir las sonrisitas sobradoras de los empleados y de algún cliente advertido.
Pero, en realidad, la gente que deposita su dinero en bancos, ¿es muy distinta de ese chacarero? ¿Acaso no cree (o prefiere creer), en un rincón irracional de su mente, que el dinero está allí para cuando quiera retirarlo? Por otro lado, ¿es saludable pensar (saber) lo contrario, que el resultado de nuestra voluntad o necesidad depende del encaje (10, 15, 20 por ciento) y, por supuesto, de la voluntad y la necesidad del resto (90, 85, 80 por ciento) de los otros ahorristas?


Grasa

Norberto Galasso no es santo de mi devoción, pero hoy en Página/12 suelta una frase muy ingeniosa respecto de la clase media. "Su reserva de grasa le permite no tener urgencia de transformación."


El link a la voz de JLB no funciona, ya sé. Quizás pueda solucionarlo. Si alguien quiere el balbuceante recitado, se lo puedo mandar (ojo, pesa más de 2 megas).
Gracias.

19.12.04

Memorias

(Vuelvo a la mala costumbre de transcribir notas de lectura, forzosamente superficiales, que me han valido más de un enemigo. Por suerte, en este caso, el autor está muerto.)

- Pedro Henríquez Ureña, Memorias. Diario, Buenos Aires, Academia Argentina de Letras, 1989. (Con prólogo y 705 notas de Enrique Zuleta Álvarez.)

Memorias escritas a los 25 años. Y seguidas por un Diario que llega hasta las puertas de la Revolución... y retrocede.
“Campo intelectual” mexicano de principios del siglo XX. Creación del Ateneo de la Juventud. Ojo: todo muy light. Idolatran a Justo Sierra. Importa más la extracción de clase que la adscripción política (por el momento); después de todo, todos son miembros de la misma oligarquía. Incluso Madero, claro. Denuestan más a los advenedizos. Pero la revolución se lleva puesto a más de uno. Por ejemplo, al general Bernardo Reyes, padre de Alfonso, que sonaba como sucesor de Porfirio pero éste lo envía a Europa para sacárselo de encima. Supongo que el asesinato de Madero fue un punto de inflexión (como, salvando las distancias, pasó acá con Dorrego. Algo así: “Eh, che que era uno de los nuestros”).
Vasos comunicantes entre los “partidos” (en realidad, fracciones o facciones), los diarios, las tertulias.
Comparar con Vasconcelos (Ulises criollo), maderista acérrimo, a quien se nombra de vez en cuando (y mucho más exhibicionista de lo personal). Y con Martín Luis Guzmán, cuyo padre muere defendiendo al porfirismo, pero él se va con Pancho Villa.
Muy pocas referencias personales, salvo cuando viven en Nueva York con una amante de Max y varias chicas “liberales”. Sin embargo, PHU nunca se enamora, parece. ¿Se casó alguna vez? "Síndrome Rodó."
Tema interesante: Centroamérica como destino de exilios cruzados. Según el ritmo de las dictaduras y los caudillismos, los dominicanos se van a Cuba, los portorriqueños (Hostos) se van a Santo Domingo, los nicaragüenses se van a Costa Rica, etc. Igual todos, tarde o temprano, terminan en México.
Lugar común repetido: la pobreza de la vida intelectual hispanoamericana; en santo Domingo, en Cuba, pero también en México, pese a las apariencias contrarias.
Catálogos de obras teatrales y musicales, de actores, actrices, autores y directores. Parece una pantalla ante la historia, que no entra. Igual que en ese viaje final al Popocatépetl, en pleno tembladeral revolucionario, como un refugio en la naturaleza que, siempre salvaje, lo es menos que la historia. Y es más “comprensible”.

Conjetural

"Poema conjetural", leído por su autor.
¿Llegará un día en que expresiones como “noche lateral” e “íntimo cuchillo” nos suenen ridículas, como tantas de Cortázar o de Neruda?
(Como sea, leer este poema siempre me produce una suerte de estremecimiento; para ser más claro aún: una emoción que no puedo controlar, aunque quisiera.)

17.12.04

Zurdos

"Estoy cansado de estos zurdos que no quieren reconocer una guerra que perdieron. Hay que mirar al futuro porque la naturaleza es sabia y nos puso los ojos adelante. Estoy cansado de estos zurdos que sólo nos quieren hacer mirar atrás" (del titular de la UCeDé porteña, el exsecretario de Defensa del gobierno menemista, Jorge Pereyra de Olazábal, durante una cena partidaria realizada en el Círculo Italiano; pirulo de tapa de Página/12 de hoy).


16.12.04

Todas las balas

In memoriam J. F. K.
de Jorge Luis Borges

Esta bala es antigua.
En 1897 la disparó contra el presidente del Uruguay un muchacho de Montevideo, Arredondo, que había pasado largo tiempo sin ver a nadie, para que lo supieran sin cómplice. Treinta años antes, el mismo proyectil mató a Lincoln, por obra criminal o mágica de un actor, a quien las palabras de Shakespeare habían convertido en Marco Bruto, asesino de César. Al promediar el siglo XVII la venganza la usó para dar muerte a Gustavo Adolfo de Suecia, en mitad de la pública hecatombe de una batalla.
Antes, la bala fue otras cosas, porque la transmigración pitagórica no sólo es propia de los hombres. Fue el cordón de seda que en el Oriente reciben los visires, fue la fusilería y las bayonetas que destrozaron a los defensores del Álamo, fue la cuchilla triangular que segó el cuello de una reina, fue los oscuros clavos que atravesaron la carne del Redentor y el leño de la Cruz, fue el veneno que el jefe cartaginés guardaba en una sortija de hierro, fue la serena copa que en un atardecer bebió Sócrates.
En el alba del tiempo fue la piedra que Caín lanzó contra Abel y será muchas cosas que hoy ni siquiera imaginamos y que podrán concluir con los hombres y con su prodigioso y frágil destino.

(Esto es lo que yo llamaría un bello "manifiesto posmoderno". Pensar que todas las balas son la misma exime de muchas cosas incómodas; entre ellas, la de tomar partido, esa antiguedad.)

Por fin algo bueno en Ñ: la entrevista a John Berger del último sábado.
"Hace un tiempo estaba en Florencia. Era en enero y hacía muchísimo frío. En un momento, casi solamente para entrar en calor, entré a un museo. De pronto me di cuenta de algo: cuando vemos algo o a alguien bello, la primera idea que nos surge es que es un placer mirar a esa persona o ese objeto. Y sin embargo no es así: el placer reside en ser mirado por esa persona. Si lo pensamos bien, cuando decimos 'ah, qué bello', en esa expresión está la esperanza o el deseo de ser mirado por ese objeto. Por eso la belleza compulsiva es tan desagradable. Hay un elemento del deseo del que no suele hablarse. Hay una relación entre el deseo y la herida: el deseo supone dar y también recibir. Supone un alejamiento —temporario, por supuesto— del dolor natural de vivir y ser lastimado. Esa es la trama secreta del deseo: alejarnos por un tiempo del dolor. Si esto es así, y creo que en algún punto lo es —entre paréntesis, creo que es algo que resulta más fácil de entender para alguien que proviene de su cultura que para un anglosajón—, entonces la belleza perfecta es al mismo tiempo algo que no se puede amar ni desear, porque en su perfección intacta, sin heridas, no existe la posibilidad de dar ni de recibir. Es como dice Andrea Dworkin (mira el texto, pero recita casi de memoria): 'no tengo paciencia con los invulnerables, con aquellos que no han sido tocados por un temporal, esos que nunca se han derrumbado. Grandes puntadas, desgarros mal cosidos, nada muy lindo. Entonces algo sale y reluce. Pero a los lustrosos, a esos no los soporto'."
(De paso, recomiendo fervientemente King.)


15.12.04

Fianza

Pregunta de respuesta totalmente obvia y, a la vez, imposible de probar: ¿quién puso el dinero para la fianza de uno de los asesinos de Cabezas?


CV

Es bueno recordarlo de vez en cuando: Santiago de Estrada, actual vicepresidente (macrista) de la Legislatura de Buenos Aires, fue funcionario durante la dictadura y durante el menemismo.

14.12.04

FUGA DE LA MUERTE
de Paul Celan

Negra leche del alba la bebemos de tarde
la bebemos a mediodía de mañana la bebemos de noche
bebemos y bebemos
cavamos la fosa en los aires no se yace allí estrecho
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus mastines
silba a sus judíos hace cavar una fosa en la tierra
nos ordena tocad a danzar

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana a mediodía te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
Tu pelo de ceniza Sulamit cavamos una fosa en los aires no se yace allí estrecho

Gritad hincad los unos más hondo en la tierra los otros cantad y tocad
agarra el hierro del cinto lo blande son sus ojos azules
hincad los unos más hondo las palas los otros seguid tocando a danzar

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana a mediodía te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margaret
tu pelo ceniza Sulamit juega con las serpientes

Grita que suene más dulce la muerte la muerte es un Maestro Alemán
grita más oscuro el tañido de los violines así subiréis como humo en el aire
así tendréis una fosa en las nubes no se yace allí estrecho

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía la muerte es un Maestro Alemán
te bebemos de tarde y mañana bebemos y bebemos
la muerte es un Maestro Alemán su ojo es azul
él te alcanza con bala de plomo su blanco eres tú
vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margarete
azuza sus mastines a nosotros nos regala una fosa en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un Maestro Alemán

tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamit


(traducción de José Luis Reina Palazón)

Chivo

(Disculpe la muchachada posmoderna que me sigue, pero he de pasar un chivo psicobolche.)

Grupo de Cine Insurgente presenta:
CICLO DE CINE CUBANO E INSURGENTE
14, 22, 28 y 29 de diciembre - 19 horas RADIO NACIONAL (Maipú 555)
Organizado por: Programa "Siempre es lejos donde nunca vamos" de FM FARO 87.9 y GRUPO DE CINE INSURGENTE, con la colaboración de INDYMEDIA
(ENTRADA LIBRE Y GRATUITA)

Programación:

Martes 14 de diciembre:
MEMORIA, VACUNA CONTRA LA MUERTE
Dirección Colectiva: Grupo de Cine Insurgente.
POLVO ROJO
Dirección: Jesús Díaz.

Miércoles 22 de diciembre:
YAIPOTA ÑANDE IGÜI (Queremos nuestra tierra)
Dirección Colectiva: Grupo de Cine Insurgente.
CLANDESTINOS
Dirección: Fernando Pérez.

Martes 28 de diciembre:
POR UN NUEVO CINE EN UN NUEVO PAÍS
Dirección: Fernando Krichmar, Myriam Angueira
¡VAMPIROS EN LA HABANA!
Dirección: Juan Padrón.

Miércoles 29 de diciembre:
ASAMBLEA: OCUPAR ES RESISTIR
Dirección Colectiva: Grupo de Cine Insurgente
te documental esta realizado desde el interior de la asamblea y contado por sus
MEMORIAS DEL SUBDESARROLLO
Dirección: Tomás Gutiérrez Alea.

Grupo de Cine Insurgente
Tel: 4864-8736
E-mail: cinepiquetero@datafull.com

13.12.04

"La mitad de nuestra especie, la femenina, ha sido calificada a veces de modo paradojal porque el manejo intuitivo de su mente está más allá de la comprensión del 'entendimiento aritmético' de los hombres. El ideograma chino que significa 'lo misterioso', 'lo incognoscible' tiene dos partes, una que significa 'joven' y otra 'mujer', porque los encantos físicos y los delicados pensamientos del bello sexo están por encima de lo que puede explicar la tosca mentalidad masculina" (del Bushido).



11.12.04

Moreno/Ferrari

María Moreno es una buena escritora y una pensadora brillante, a veces demasiado. Su nota/reportaje sobre la muestra de León Ferrari, en el último suplemento Radar de Página/12, me parece, peca (¡qué verbo en este contexto!) de condescendiente y ambigua.
Un ejemplo: "Poco antes de inaugurar su muestra retrospectiva en el Centro Cultural Recoleta, León Ferrari recibió toda clase de cartas de amenaza de católicos ofendidos, incluida una foto de Hitler. Pero fueron muchas más las de adhesión de la inteligencia internacional, casi siempre atea y con la firma fácil para la protesta de solicitada o el apoyo a la corrección política. (...) León Ferrari parece disfrutar ante cada señal de que en la muestra habrá quilombo. Por supuesto, abjura de toda violencia pero, como siempre está tentado de incluir en sus exposiciones los gestos y las cartas de sus detractores, casi que espera que el enemigo se presente y colabore con su arte. León Ferrari es un mito viviente que convoca una aprobación unánime. -¿No te estás convirtiendo en algo demasiado sagrado para ser tan profano? (...)." Etc.
Un esfuerzo excesivo por no ser políticamente correcta. Foucaultiana como si estuviéramos en París, muy superados.
Me parece (repito) que, cuando hay dos bandos tan claros, no se puede estar en el medio. O se está con Ferrari (o con la doctora Gomperts, para el caso) o se está con las patotas de Cristo Rey.
Después nos juntamos en un café o en un seminario y analizamos la productividad discursiva del discurso religioso o la postura de Pasolini respecto del aborto y la paternidad responsable. Sea. Pero después. Como dijo alguna vez Piglia: "Primero hagamos la revolución y después hablemos de política."








9.12.04

Alimón (2)

El discurso "al alimón" (que mencioné en un post anterior) de Neruda y García Lorca, en homenaje a Rubén Darío, se puede leer acá.

3.12.04

La muchacha de San Rafael del Norte

Ya conocía yo a Blanca Aráuz, telegrafista del pueblo de San Rafael del Norte. Era una chica muy simpática, de diecinueve años de edad.
El frío de los llanos de Yacapuca es casi polar. Después de los tres referidos combates de ese lugar, me vi obligado, por el frío, a desocupar las posesiones de Yacapuca, reconcentrando a mis fuerzas en San Rafael del Norte. Desde allí desplegué nuevas actividades. Teníamos restablecida la comunicación telegráfica de los dos departamentos, a excepción de la propia ciudad de Jinotega.
En casa de Blanca me hospedaba con mi estado mayor. Allí mismo estaba instalada la oficina telegráfica. Largas horas del día y hasta de la noche permanecía yo frente a la mesa en que trabajaba Blanca. Mis conversaciones eran muchas por telégrafo, con las diferentes partes de los departamentos mencionados.
Así me enamoré de Blanca, y fue mi novia.
Blanca ya sabía de mi llegada y no quiso estar en la mesa del telégrafo. En su lugar trabajaba un hermano suyo que también es telegrafista. Entregué mi caballo a un asistente y pasé sin ayudantes a la sala creyendo encontrar en ella a Blanca. No estaba Blanca y salió a recibirme Lucila, una de sus hermanas. A ella misma le pregunté por Blanca. Me contestó que pasara al corredor a aceptar una cena que Blanca me preparaba.
La primera palabra de Blanca al verme fue un beso, diciéndome que Lucila había ofrecido a la Virgen de Mayo una misa de tropa el día que yo llegara sin novedad. Expresé a blanca mi gratitud por los buenos sentimientos de Lucila y le ofrecí que para el segundo día, a las 8 de la mañana, estaría mi Ejército listo para ir al templo a oír (la) misa ofrecida por ellas.
Enviamos a exponerle nuestro propósito al cura del pueblo y él aceptó gustoso celebrar la misa. El cura era un caballero de veintidós años de edad. Los gastos de la misa se hicieron por mi cuenta y el segundo día, a la hora fijada, mi Ejército oía misa respetuosamente. Durante las ceremonia de la misa hubo salvas de fusilería y ametralladoras. La misa estuvo regia. Yo estuve a oírla.
El siguiente día de celebrada la misa ordené ciertas movilizaciones y permanecí en la población como en tiempo de paz.
El día 18 de aquel mismo mes cumplí 32 años de edad, y ese mismo día contraje matrimonio con Blanca en el templo del mismo San Rafael del Norte.
A las dos de la mañana del 18 me dirigía al templo con Blanca y los padrinos, en medio de un acompañamiento familiar. Los habitantes del pueblo no sabían que nosotros nos casábamos. Solamente al jefe de día le había yo ordenado que no interviniera si miraba abrir las puertas de la iglesia en las primeras horas de la madrugada.
A la hora anotada, en que me dirigía la templo, el ambiente estaba frío y neblinoso. Cuando entramos a la iglesia la encontramos profusamente iluminada. Respiré el olor del incienso y de los lirios que ardían. El olor de las flores que adornaban el templo y los perfumes diferentes que llenaban el aire, me trajeron al recuerdo los días de mi infancia.
El cura me invitó a la confesión. Me confesé. Lo hice sinceramente. Los padrinos y nosotros nos postramos de rodillas ante el altar.
Blanca vestía con traje y velo blancos y corona de azahares.
Yo tenía mis armas al cinto. Mi vestido era uniforme de montar, tela de gabardina color café y botas altas de color oscuro. Seis de mis ayudantes me acompañaban en la iglesia.
Salimos del templo, y en la calle me sentía nuevo. Me parecía que iba caminando sobre el aire.
Al pie del atrio de la iglesia había diez bestias ensilladas. Eran del jefe de día y sus ayudantes. En la esquina de una calle ya había muchos muchachos de mi Ejército felicitándonos en nuestra pasada.
Cuando entrábamos a casa de Blanca se escucharon en todo el pueblo disparos de fusilería, pistolas y ametralladoras. Nadie me había pedido el consentimiento para ello, pero comprendí que era entusiasmo de mis muchachos y no podía decir nada. Por todas las calles se escuchaban entusiastas vivas y desde ese momento nos llegaron muchas felicitaciones.
No participé mi matrimonio con anterioridad al público, porque quisimos que fuera un acto de absoluta intimidad.
Dos días después de nuestro matrimonio abandoné a mi esposa y me interné en las selvas de Las Segovias, desde donde he permanecido defendiendo el honor de mi patria.

(De El pensamiento vivo de Sandino, prólogo, selección y notas de Sergio Ramírez, San José, Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), 1976.)

Abortos

Ya que se está hablando últimamente sobre el aborto, de la manera espasmódica y banal que caracteriza a nuestros medios de comunicación y nuestros políticos, me vino a la mente una escena de La despedida, de Milan Kundera, que escenifica la utopía, el sueño ―en el fondo liberal― de nuestra progresía (en la que me incluyo), pero transformado en una pesadilla. (Sartre decía que la “cortina de hierro” era en realidad un espejo: lo “bueno” y lo “malo” de cada lado se reflejaban simétricamente.)
Transcurre en la Checoslovaquia socialista, por supuesto. La interrupción voluntaria del embarazo es administrada por el Estado, dentro de un sistema de salud pública cuasi perfecto. La protagonista decide abortar y, para ello, la ley prescribe que debe someterse a exámenes físicos y psicológicos “de apoyo”, en un hospital público, siempre acompañada por un varón responsable, que puede no ser el padre. En teoría, se trata de averiguar cuáles son sus problemas y ofrecerle otras soluciones para evitar esa salida traumática (la decisión final siempre es de ella). Pero, en realidad, tiene que enfrentarse a una especie de tribunal médico, cuya presidente es una funcionaria gorda, desagradable y estéril que, por envidia, la somete a un interrogatorio humillante. Toda la escena es atroz.
Es cierto que Kundera, maestro como narrador, es antisocialista, y quizás su mirada sea falaz en muchos aspectos (vivir en París es un buen recurso para olvidar los desastres del capitalismo); pero también es cierto que los sistemas están hechos con mujeres y hombres concretos, y esto es una rémora que la literatura, arte liberal por excelencia, sabe reflejar muy bien, demasiado bien.



Dos notas excelentes en Página/12 de hoy:

- Granovsky sobre Chile.
"Los chilenos viven una democracia incompleta. Todavía hay senadores designados y vitalicios. Cada arma designa a su comandante con autonomía funcional. El presidente no puede hacerlo. No es todavía, en Chile, el comandante en jefe de las fuerzas armadas. Cuando los conservadores argentinos elogian a Chile no suelen reparar en este punto. Más bien inventan un país en el que, presuntamente, no hay diferencias de proyecto social entre la Concertación, en el gobierno, y la oposición de derecha. Un país donde todos disfrutan su papel en la virtual isla exportadora, rinden homenaje a la disciplina fiscal y se tratan anteponiendo la palabra 'caballero'."

- Pavlovsky sobre la "estética de lo atroz".
"La miseria en el mundo –Africa–, ¿no tiene una estética de la desnutrición?
Los niños monstruosos, ¿no son 'bellos' a la vista?
Los bombardeos norteamericanos, ¿no son bellos, exquisitos, refinados y las muertes de los civiles indefensos no constituyen un fenómeno estético de vanguardia?
¿No se contratan seres vivos en estado de descomposición para ciertas obras de vanguardia para que posen la belleza y armonía de la exclusión?
La panza de los niños desnutridos con sus moscas multicolores alrededor, ¿no son bellas? Sus heridas y sus polifacéticas tonalidades, ¿no son bellas y hermosas?
Continuaba riendo a carcajadas de todo lo que leía y veía. Había algo de maravilloso en la desigualdad. ¿No se construye una estética de la desigualdad? Un equilibrio fascinante. Ya no podía detenerme de mi gran carcajada –que para ese entonces era incontrolable–. Pensé también a dónde iba tanta belleza diaria. ¿Dónde nos conducía? Al fin y al cabo, para Hitler, ¿el Holocausto no era también un fenómeno estético, la eliminación de lo feo y lo extraño para preservar la belleza del mundo ario?
Los niños comiendo en los basurales, ¿no constituyen una nueva estética de la repugnancia? Repugnancia y belleza en una nueva armonía polivalente."





2.12.04

Qué cosa. Parece que los que "defienden la vida" desde la "concepción", se olvidan de ella después del nacimiento.

Núcleo

Tal vez sea un error pensar que hay un núcleo interior propio al que nadie puede acceder, que nadie puede destruir; llamémoslo vocación, pasión, deseo, obsesión, “el palacio de la memoria”, incluso una enfermedad preciosa, cuidadosamente cultivada. Un refugio, un santuario en el que uno se oculta cuando todo está mal, en medio de un duelo o de un subte, tomando un examen o dándolo.
Recuerdo que Wilson, el protagonista de 1984, de George Orwell, creía eso, que ni en la situación más terrible iba a dejar de ser él mismo, iba a traicionarse, a traicionar su ser más profundo, ese núcleo. Pensaba que su deseo más constituyente era intocable. Pero, cuando, sabedores de su miedo más profundo, lo amenazan con torturarlo con las ratas (à la Pinochet), su yo se desmorona y hasta su deseo se transforma, y grita lo que nunca pensó que iba a gritar.
Será un error, pero ¿cómo vivir sin ese consuelo?


Chinos

En una reunión internacional, un político norteamericano le reprochó a uno de sus pares de la China comunista que no dejaran salir del país, libremente, a los ciudadanos. El político chino le respondió: "¿Quién dice que no dejamos salir? Mañana mismo, si usted quiere, le envío unos 20 millones a su ciudad."

León

Sobre la muestra de León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta, en Página/12 de hoy.
Parece que el cardenal Bergoglio dijo: "Me apena que este evento sea realizado en un centro cultural que se sostiene con el dinero que el pueblo cristiano y personas de buena voluntad aportan con sus impuestos."
Ey, yo no soy cristiano y aporto al sostenimiento de la Iglesia católica (incluido el sueldo del señor cardenal).
¡Un esfuerzo más, porteños...!



1.12.04

Diez centavos

Vladimir Nabokov se juzgaba a sí mismo como un "minusválido social", un "pésimo casseur"; aborrecía las entrevistas, las conferencias, las reuniones mundanas. Una vez la revista Selecciones del Reader's Digest le planteó la siguiente pregunta: "¿Tiene el escritor una responsabilidad social?", y le ofreció 200 dólares por una respuesta de dos mil palabras. Nabokov respondió: "No. Me deben diez centavos".

(Del blog Guillermo Hotel.)
Perdón por el chiste misógino (diálogo de Mejor imposible, la película con Jack Nicholson).
Admiradora: ¿Cómo hace para crear esos personaje femeninos tan reales?
Jack Nicholson: Muy sencillo. Pienso en un hombre y le saco el raciocinio y la confiabilidad.



30.11.04

Jon: Garfield, me pregunto si he tenido vidas anteriores.
Garfield: Lo dudo. Ni siquiera estás viviendo ésta.

29.11.04

"El papel del escritor es A4" (Evandro Affonso Ferreira, escritor brasileño; fuente: Publishnews).



25.11.04

La Organización de la Naciones Unidas usa una valoración diferenciada para la vida de sus soldados, según su país de origen. Si el soldado muerto proviene de un país rico, la indemnización que percibirá su familia es de 85.300 dólares; si proviene de un país pobre, la indemnización es de 19.500 dólares (revista Veja, San Pablo, 11/1/95, p. 42; citado por Cristovam Buarque).

"Nunca se debería salir con alguien que quiera salir con uno" (Woody Allen, parafraseando el teorema de Groucho Marx).

Contra Menem y De la Rúa estábamos mejor.



24.11.04

Cuestión de registro

Era un tipo que no podía decir "rata", tenía que decir "roedor".



Que la renuncia del inefable Di Tella-Pilates haya sido recibida por el vocero presidencial parece darle la razón al exsecretario y semper dandy: la "cultura" no es prioritaria para nadie(s).
Por otro lado, que el airado reclamo para su renuncia haya salido de ciertos intelectuales (muchos de ellos oficialistas en épocas nefastas no sólo para la cultura), inevitablemente, me lo hace más simpático.
Y otra cosa: ahora dicen que José Nun es "independiente". ¿De qué? ¿De las encuestas? ¿Será hincha de Independiente?




Se me ocurre que podría analizar los libros que nunca pude terminar de leer. Alguna razón debe de haber, independientemente de la calidad intrínseca de cada uno. Y quizás esa razón sea significativa y diga más sobre mí que sobre el libro en sí (por supuesto).
Por ejemplo:
La gloria de don Ramiro, de Enrique Larreta (incluso di un final en la Facultad sin haberlo leído, aunque era obligatorio; es casi una fobia).
Noches de la Antigüedad, de Norman Mailer (que sea un bodoque no es excusa, porque soy un experto lector de bodoques; del mismo autor, Los desnudos y los muertos).
Donde mejor canta un pájaro, de Alejandro Jodorowski (¿el surrealismo prolongado cansa?).

22.11.04

Escuadrones de la muerte. Que los hay, los hay. Parece.
"Duras penas para dos policías por matar a un adolescente. Los condenaron a 22 y 19 años de prisión por dispararle a un joven indefenso, en un hecho que intentaron hacer pasar como un enfrentamiento."
Nota completa en Clarín.

21.11.04

¿Sola... qué?

La versión de Solaris firmada por Steven Soderbergh (que están dando en un canal de cable) parece lo más “raro” de que es capaz el cine norteamericano actual. Con “raro” quiero decir que cuesta, aunque sea un poquito, entenderla de entrada o a medida que va avanzando. En realidad, parece la Solaris original explicada a una mentalidad del nivel de George W. Bush.

17.11.04

"La única verdad es la realidad, cuentan que decía Juan Perón. En rigor, fue una frase que escribió Rogelio Frigerio, quien a su vez la tomó de Hegel. Nada es seguro en este país, ni la paternidad de una frase" (Mario Wainfeld, en Página de hoy).

16.11.04

Tu quoque, Martinus!



"El mito es la religión de los otros" (Joseph Campbell).

"No hay en el mundo un artículo más extraño que el libro. Es impreso por gente que no lo entiende. Es vendido por gente que no lo entiende. Es encuadernado, criticado y leído por gente que no lo entiende. Y ahora hasta es escrito por gente que no lo entiende" (Georg Christoph Lichtenberg, 1742-1799).



10.11.04

Ciudades

¿Los traductores de hoy en día no saben que las ciudades suelen tener distintos nombres según el idioma y que no pueden dejar esos nombres en el idioma de partida? (O se traducen al idioma de llegada, o se dejan en el idioma original del nombre de la ciudad. Este caso es más bien difícil cuando son alfabetos no latinos.)
En una traducción del italiano, encontré ―a vuelo de pájaro― Lipsia (por Leipzig), Stoccarda (por Stuttgart), Leida (por Leiden), Mónaco (por Múnich; ésta es genial: ¿puede imaginarse a austeros eruditos alemanes publicando en el Principado, donde, que yo sepa, no hay editoriales sino casinos?, ¿lo harían para evadir impuestos?).



8.11.04

Mutantes (II)

(Continúa.)

Casi al mismo tiempo, leí una entrevista a Lisandro Alonso, joven cineasta argentino, director de La libertad y Los muertos. Justamente respecto de esta película, estrenada hace poco en Buenos Aires, Alonso comentaba algo así como que “todos estábamos muertos”. Con “todos”, yo interpreté inmediatamente los argentinos, los latinoamericanos, los del tercer mundo, etc. Lamentablemente, no guardé el recorte, pero encontré en Internet ese mismo reportaje o uno parecido. Transcribo algunos fragmentos:
“¿Qué te interesaba reflejar?
Está en la película, no hay mucho que pueda agregar. Hay un montón de gente que vive en estas condiciones de precariedad: todos juntos en ranchos de barro, tolditos plásticos. Toman agua del río, no tienen gas ni electricidad. Todos están muertos, de alguna manera. Cuando van al pueblo, los tratan como si fueran mierda. Y están resignados a esa clase de vida, a sobrevivir así.
Podías haberla llamado ‘Los olvidados’…
Sí, pero ya lo usó Buñuel... En el río es peor, pero el concepto de resignarse a una vida de mierda, es algo que está en todo el continente. Es poco lo que nos permiten hacer y nos acostumbramos a que es normal. Estamos muertos porque dejamos de vivir.”
Alguno podría objetar (entre tantas cosas) que los yanquis acaban de reelegir como presidente a un retardado mental que quiere acabar con medio planeta. (En realidad, el retardado o lo que él quiera importa poco: el objetivo a largo plazo de los que verdaderamente mandan es China; ver la columna de Kissinger en Clarín de ayer. Los árabes son una estación de paso que podían liquidarse, teóricamente, mandando negros y latinos, pero cometen de vez en cuando la insolencia de matar a algún blanco. Éste es otro tema, pero lo tenía que decir.)
En realidad, me decidí a escribir esta torpe nota precisamente por el resultado de esas elecciones.
Yo nunca dije que sean superiores. Sólo que son distintos. Y por eso ni siquiera podemos entenderlos (ni ellos a nosotros, por supuesto).
Por otra parte, como bien dice Buarque, las distintas especies están repartidas entre los países, y dentro de los países. Quizás si yo frecuentara más algún barrio de ricos me encontraría también con esa especie nueva, en formación, a la que, definitivamente, no pertenezco.
Y no es exactamente que quiera pertenecer a ella. Es que quiero “sentir distinto el cuerpo”.

5.11.04

Recién, en un McDonald's, oí que una chica pidió una "hamburguesa regular".
Algunos anglicismos se convierten fácilmente en fallidos, creo.



Chinos

"¡De fábula!", diría Bart Simpson.

Especulaciones por próximo anuncio del Gobierno.

Mutantes (I)

Lo que sigue no es caer en “qué inteligentes son, piensan como yo”. Ni al revés. Son sólo coincidencias, en las que uno se apoya para justificar ciertos pensamientos delirantes y obsesivos. “Argumentos de autoridad”, claro, si bien muy lábiles, muy poco firmes. A ver.
Desde que, por razones de trabajo, viajé a Europa y a EE. UU. por primera vez, ya adulto (yo, un “argentino de Villa Maipú” que jamás había salido del país, ni, prácticamente, de la provincia de Buenos Aires), di en pensar que la gente del “primer mundo” pertenece a una especie diferente de la nuestra.
No lo pensaba en esos términos exactos, si a eso se lo puede llamar “pensar”; lo que pasa es que aquí encaja la primera coincidencia: con el sociólogo brasileño Cristovam Buarque, que habla de una “diferenciación biológica” creciente, entre ricos y pobres, que puede llevar, en un futuro no muy lejano, a producir dos especies distintas dentro de la humanidad (que ya no sería la Humanidad).
Yo pensaba, en realidad, en términos de “mutantes”. Transcribo una entrada en mi diario del 2002.
“17/11. Mutantes
Una idea que me obsesiona módicamente.
Escribí un par de poemas sobre eso (detrás de un libro que ahora no recuerdo; debería transcribirlos aquí mismo).
Somos mutantes, otra raza, otra especie.
Me vuelvo a acordar del tema (h)ojeando catálogos de editoriales universitarias anglosajonas.
O bien los mutantes son ellos.
Todos somos mutantes, en todo caso, pero en distintas direcciones.
Y no tiene arreglo.”
(Todavía no encontré esos poemas, por suerte.)
Para peor, un amigo mío, excompañero de la Facultad, que enseña en la Universidad de Georgetown, me comentó que desde que trabaja allá (en EE. UU.) “siente distinto su cuerpo”. Claro, sin el estrés de trabajar X horas por día, incluyendo los fines de semana, etc., para “llegar a fin de mes” apenas, con el cuerpo dolorido y el cerebro quemado. “Burn-out”, le dicen. Yo miro la bolsa con los 100 parciales de distintas materias que tengo que corregir el fin se semana y lo llamaría de otra manera, no sé cuál, pero no en inglés, seguro.
¿Cómo es “sentir distinto el cuerpo”? No me pregunten a mí.

(Continuará.)


4.11.04

Médico telefónico

"El primer gran avance de la medicina exclusiva no se dio por medio de un instrumento médico, sino por uno de comunicación: el teléfono. Hasta su invención, las técnicas médicas se difundían a la misma velocidad para todos, en lo referido a los equipos de que disponía el médico y a la velocidad en la atención del paciente. Con el teléfono, esas técnicas continuaron al servicio de todos, aunque llegasen más temprano para algunos. En la actualidad, ya no sólo es el instrumento con el cual se llama al médico, sino que es posible realizar electrocardiogramas instantáneos a través del teléfono. Los excluidos deben esperar meses y a veces ni consiguen realizarse los exámenes que necesitan. Tal vez nada grafique más acentuadamente la degradación de la medicina de los pobres, que el sistema de comunicación usado por los enfermos tirados en el suelo de los pasillos de los hospitales, para comunicarse con los médicos: los toman de las piernas cuando pasan cerca de ellos" (Cristovam Buarque, Admirable mundo actual..., Lumen, en prensa).

Aprendan, chicas

(Extraído de un libro sobre economía del hogar, editado en 1958 por la Falange Española y las JONS.)

"Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo; especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero. Prepárate, retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello; hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.
Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a ella; después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa. Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador.
Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y sus necesidades reales.
Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.
Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo por la mañana.
Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo exterior con talante positivo.
Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño.
Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche.
En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así, no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer.
Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte. Es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar.
Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes.
Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello.
Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando despierte..."

La lógica de la guerra

Muy buena nota de Luis Bruchstein en Página de hoy.

Estamos salvados

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, opinó que, con Bush, "EE. UU. conservará su papel de motor de la libertad y la democracia en el mundo".

"Thank you, Osama. See you later" (George W.).



Epitafio de un editor

"El epitafio más antiguo que se conoce fue escrito sobre un sarcófago egipcio y contiene simplemente una declaración del nombre, de la familia y de la condición del difunto, más una oración a alguna deidad. Esa apelación a una figura divina, aunque con una particular vuelta de tuerca, fue utilizada muchos siglos después por un famoso personaje de la ciencia y la política estadounidense: 'El cuerpo de Benjamin Franklin, editor, parecido a la cubierta de un viejo libro sin contenido y privado de su título dorado, yace aquí. Alimento para los gusanos. Pero, como él creyó, renacerá en una nueva y más elegante edición revisada y corregida por el autor', puede leerse en el cementerio Christ Church, en Filadelfia, Pensilvania" (Luis Ini, en La Nación, nota completa aquí).



3.11.04

Izquierda

(Del blog de Podeti en Clarín.)

Lunes 1 de Noviembre de 2004
¡ACÁ TIRÁS UNA PIEDRA Y SEGURO QUE LE PEGÁS A UN ATEO MARXISTA!

Una reciente encuesta de Clarín revela que la mayoría de la gente se considera "de centro izquierda", y una buena cantidad "de izquierda" (aunque el segundo puesto se lo lleva "no me siento identificado por ninguno de los dos")
Estos resultados, teniendo en cuenta los gobiernos que hemos tenido en los últimos veinte años, no dejan de ser como mínimo un poco desconcertantes. Supongo que en este caso, la culpa de esta inexactitud la tienen los propios encuestados.
En primer lugar, los escasos guarismos obtenidos por los auto-considerados "de derecha" se deben más bien a una especie de coquetería ideológica. No tiene buena prensa ser de derecha a secas. No queda bien. No vamos a conocer chicas diciendo "Soy de derecha". Ni siquiera los más recalcitrantes impulsadores de la quema pública de delincuentes, desocupados -y, de pasada, transeúntes que los miran feo- que pueblan nuestros medios de comunicación pronuncian estas palabras. Casi todos dicen ser "de centro derecha" o bien "de centro". Y, no nos engañemos, también hay unos cuantos que se auto-caratulan como "de centro izquierda"
Y también están las endebles razones que tenemos la mayoría de nosotros para considerarnos "de centro izquierda". Echemos un vistazo:

-Odiar a George Bush.
-Tener un par de discos de Silvio Rodríguez.
-Tener un póster con el poema ése que recita siempre Cipe Linkowsky.
-Saber lo que significa "plusvalía".
-No haber votado a Menem.
-Haber votado a Menem, pero sólo una vez.
-Haber votado a Menem dos veces, pero estar arrepentido (de las dos, o de una).
-Haber intentado leer "El Capital". O en su defecto, "No logo".
-Tener una remera del Che.
-Burlarse de los que tienen remeras del Che y decir que son "revolucionarios fashion".
-Haber ido a alguna marcha alguna vez por alguna causa (salvo a las de Juan Carlos Blumberg).
-Haber usado, alguna vez, un morral.
-Haber llevado en ese morral una quena. O en el peor de los casos una flauta dulce.
-Tener un tatuaje. A menos, claro, que sea una calavera. O una svástica.
-Haber ido al cine Cosmos 70.
-Estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras.
-Haber ido al recital de Amnesty International.
-Comprar el Página 12 (o haberlo comprado en algún momento)
-Ésta es mortal: no dejar propina, para que el mozo luche por un salario más digno.
-Colaborar con Greenpeace.
-Haber votado, alguna vez, por un partido de izquierda.
-Haber impugnado el voto poniendo en el sobre una boleta de Clemente.

Todas estas cosas las puede hacer cualquier ganso (salvo lo del tatuaje, que en lo personal me da un poco de miedo). Pero si alguno reúne más de cinco de estas características, se considera prácticamente un sucesor del Subcomandante Marcos, aunque no tan PEQUEÑO BURGUÉS.

2.11.04

Industria

Millón de veces oí que “lo que el cine argentino necesita es ser una industria…”. Una frase que lograba irritarme con facilidad, pero sin saber exactamente por qué. Es verdad de perogrullo, aunque también es cierto que, cuando el cine nacional fue una industria (la llamada “época de oro”), daba vergüenza ajena, salvo excepciones contadísimas. Claro, también estaban la censura, la manipulación política, etc.
Después, me consolé dándole una vuelta a la frase y juntándola con otra obsesión: si tenemos escritores de primer nivel, ¿por qué no tenemos cineastas de primer nivel? (No doy nombres de unos o de otros para no avivar una polémica lateral, aunque más adelante será inevitable.) Precisamente, al no existir la famosa “industria”, los que llegan a dirigir películas son los tipos más capaces... de conseguir una financiación, ya sea privada o estatal. (No quiero llamarlos “chantas”; ahora se los considera “seductores”.) Tener un guión sólido es opcional. Una estética, una visión del mundo, etc., ni hablar. Los escritores son (somos) más bien reacios a “salir a la realidad”. ¿Alguien se imagina a Borges (ojo con el chiste fácil), a Bioy Casares o a Cortázar dirigiendo una película con Federico Luppi, Rodolfo Ranni o Héctor Alterio? La existencia de una industria mainstream, en efecto, permitiría que sobraran unos mangos para cineastas sin talento... para recolectar fondos.
Las terribles propagandas sobre la industria cinematográfica en la provincia de San Luis, hoy, parecen una ratificación bizarra de estas antipáticas divagaciones mías.


1.11.04

"La historia tiene más imaginación que nosotros" (Marx).


Sara

Leopoldo Brizuela sobre Sara Gallardo.
(En La Nación de ayer.)

Artigazo

Aunque sea, un brindis por anticipado. (Ya habrá tiempo para decepciones.)

Agua
por Eduardo Galeano

Un par de días antes de que al norte de América se eligiera al presidente del planeta, al sur de América hubo elecciones y hubo plebiscito en un país ignorado, un país casi secreto, llamado Uruguay. En esas elecciones ganó la izquierda, por primera vez en la historia nacional; y en ese plebiscito, por primera vez en la historia mundial, el voto popular se opuso a la privatización del agua y confirmó que el agua es un derecho de todos.
El movimiento que encabeza Tabaré Vázquez acabó con el monopolio compartido de los dos partidos tradicionales, que venían gobernando el Uruguay desde el origen del universo.
–Yo creía que habíamos ganado los blancos, pero ganamos los colorados –se escuchaba decir, así o a la inversa, en cada elección. Por oportunismo, sí, pero también porque después de tanto cogobernar, blancos y colorados se habían convertido en un partido único disfrazado de dos.

(Página/12, 1 de noviembre de 2004)

30.10.04

Alimón

Coincidencia léxica. Con pocos días de diferencia, conocí la expresión "al alimón". Dar una conferencia al alimón es darla entre dos, alternándose. Lo cuenta Neruda en Confieso que he vivido (con García Lorca sobre Rubén Darío, en Buenos Aires), y también Roberto Fernández Retamar en uno de sus artículos más recientes sobre el tema de Calibán.
Del Diccionario en la línea de la RAE:
alimón.
(Falsa separación de alalimón).
al ~.
1. m. Juego de muchachos que divididos en dos bandos y asidos de las manos los de cada uno, se colocaban frente a frente y avanzaban y retrocedían a la vez cantando alternadamente unos versos que empezaban con el estribillo al alimón, al alimón.
2. loc. adv. Dicho de torear: Asiendo dos lidiadores un solo capote, cada uno por un extremo, para citar al toro y burlarlo, pasándole aquel por encima de la cabeza.
3. loc. adv. conjuntamente.


Tlon, Uqbar, Orbis Peronus

Una nota del inefable Antonio Cafiero en la revista Ñ de hoy (sobre Perón como impulsor de un congreso de estudiantes "terceristas" que Fidel Castro se atribuyó) me recuerda una vieja obsesión, si no comprobación, mía: tanto para los peronistas como para los antiperonistas, el universo es una conspiración de Perón.




28.10.04

Un link al blog de Silvia, sobre nuestro amado gatito Amadeus, que murió recientemente.




23.10.04

Más botellas al mar

Acabo de subir tres artículos que escribí este año (quedarán en la columna de la izquierda):
1. "Camellos en el Corán: color local, sobrerrepresentación e identidad", una supuesta refutación del celebérrimo artículo de Borges "El escritor argentino y la tradición", con el cual nos han machacado tanto en nuestras juventudes posmarxistas.
2. "La heroica sultana de los lagos (Notas sobre Nicaragua, entre el Sandino de Selser y las Sombras de Soto-Hall)", desarticulados borradores con título viñático.
3. "Roberto Fernández Retamar y Calibán: los riesgos de enfrentar el discurso del otro", ponencia reciente en un congreso de crítica.
Creo que en los tres hay algo en común, sobre todo entre el primero y el último, pero no sé si debería decirlo acá; tiene que ver con la identidad como encrucijada de nuestra mirada y la mirada de los otros. Nada nuevo, pero cómo eludir el tema.


Borges y el cine

No, no será un comentario de un libro homónimo (de Edgardo Cozarinsky) que leí mil veces y "me marcó para siempre".
Será una breve historia perteneciente a ese subsubgénero que podría llamarse "Mi encuentro (más o menos raro) con Borges" o "El día en que me tropecé con Borges", o algo así.
Siempre quise contarlo, pero desistí cuando conocí la versión Fresán, habitualmente demasiado cool como para competir con él: parece que Rodrigo chocó con Borges luego de salir despedido de una discusión con novia ocasional, y lo derribó en plena calle (fatigada calle, derribada calle). ¿Muy simbólico? Sí, pero creerle o no creerle está de más. Borges, de todas maneras, es mucho más difícil de voltear.
En mi caso, me choqué con Borges a la salida del baño del fenecido cine Libertador, en la calle Corrientes. Lo golpée levemente con la puerta vaivén que se abría hacia afuera. Seguro que estaba esperando que María Kodama lo fuera a buscar (ella también había ido al baño; al de Damas, quiero decir).
¿Borges en el cine? Sí, lo juro. Había ido a ver, o sea a oír, una película extraordinaria que se llamaba Stevie, la biografía de una poetisa inglesa, Stevie Smith, interpretada, exclusivamente en un largo monólogo hipnótico, por Glenda Jackson. Sí, yo estaba enamorado de Glenda Jackson, desde antes del libro de Cortázar. No, no me animé a hablarle; a Borges, digo.


22.10.04

Adiós, Amadeus



Borregos

En la encuesta de La Nación de hoy, "¿Está de acuerdo con el proyecto de ley que impide que las empresas corten los servicios a morosos?", va ganando el No con casi el 70 por ciento de los votos.
Que se les cumpla, muchachos.


10.10.04

Deconstrucción y confesión

por Horacio González

No es fácil decir si lo entendíamos bien. Quizás era posible darse un tiempo más para leer sus libros, a los que no era infrecuente que Derrida llamara "los murmullos de mi confesión animada". Su propósito fue desmesurado, quizás imposible, pero quiso rehacer con su propia pulsación toda la filosofía anterior metiéndose como un tranquilo salvaje en la letra de los otros. Que eran nombres: Platón, Heidegger, Marx, Husserl. Dejó que se llamara deconstrucción a esa fuerza con la que había que descifrar los textos ajenos, cuyo sentido podía permanecer siglos en la oscuridad. ¿Pero no era mucho para un solo hombre la tarea de reescribir a tantos filósofos reunidos en un parlamento espectral? Más que pensar que lo que traen los textos es lo esotérico, Derrida probablemente los consideró una poética de reconciliación con lo oculto, la imposible escritura final del mundo. Una ética de la historia, aunque nunca la hubiera llamado así, pues veía la historia en los textos. En tremendos textos, o que él convertía en tremendos, puros destinos sin sujeto. Derrida nunca hizo saber si esos textos "deconstruidos" contenían todos los signos de lo que era necesario conocer de las cosas, o si el oficio de desmontarlos para descubrir su radical relación con la muerte dejaría finalmente al mundo sin textos. La filosofía de este oblícuo heredero de Heidegger se lanzaba a desencajar la escritura para generar otra escritura que vivía de la extraña ley de su diferencia. Derrida veneraba las confesiones como sinuosos agregados para descubrir la ley de su propio lenguaje. Quizás sus confesiones comenzaban por anunciar que su vida no podía dejar de ser su lengua, pero si ésta lengua era el francés, era la lengua de otro. Imaginó que únicamente podía hablar francés pero que solo podía dedicarse a buscar otra lengua. A paradojas como éstas las llamó deconstrucción. Esto es, la confesión de una forma insostenible del ser. Allí podría entenderse el método de la confesión personal como un momento no religioso pero alucinado de la historia del mundo. Era el equivalente necesario de lo violento que se refugia en los nombres, abreviaturas de las turbaciones del mundo, como escribió respecto al nombre de Walter Benjamin. Dejó que divulgaran de él una foto de infancia en un cochecito a pedal, jugando en un modesto patio argelino. Ahora está muerto y esas imágenes confesionales conviven con su incesante polemismo, con su filosofía del nombre, con su temprano ataque a Levi Strauss (¡pero qué ataque!). Le objetaba su preferencia por la voz antes que por la escritura. Sostener la verdad mundana en la voz le parecía alarmante, pero era lo único digno sobre lo cual reflexionar. Escuchamos su propia voz, madura o ausente, cierta vez en Buenos Aires. Sin serlo, era un poeta.
Algunas joyitas de la columna del doctor Grondona de hoy, supuestamente una historia de nuestra deuda externa.
- "Los países latinoamericanos nacieron deudores. Eran tantas sus necesidades en un continente virgen y eran tan escasos sus recursos, que acudieron a Europa y en especial al Reino Unido, el gran banquero del siglo XIX. Vivieron al unísono lo que podríamos llamar el apuro del desarrollo. Pero no siempre se endeudaron razonablemente."
- "Detrás del primer tramo de nuestra deuda externa asoman varias lecciones. Es nefasto, por lo pronto, utilizar los fondos adeudados en proyectos no productivos como tuvo que hacer Rivadavia. También es nefasto salirse del mundo financiero internacional como lo hicieron Rosas y Perón, condenando al país al estancamiento."
- "Cuando Rodríguez Saá declaró el tercer default de nuestra historia a fines de 2001, el país debía 122.000 millones. Estaba sobreendeudado. Pero se considera que la declaración de Rodríguez Saá no fue de "buena" sino de "mala fe" porque ningún vencimiento inminente la justificaba. Los default se consideran de buena fe cuando el deudor quiere pero no puede pagar. Se consideran de mala fe cuando no quiere pagar."
Y sigue el circo.




Tierra

Hace cierto tiempo, en Buenos Aires, en un congreso de antropología dedicado a los problemas culturales de las etnias indígenas, un representante de éstas, hasta entonces silencioso, se levantó, interrumpió los debates y dijo: "Ustedes devuélvannos las tierras, que de la cultura nos ocupamos nosotros."

Derrida.

9.10.04

"Al nacer, cada ser humano es considerado un ser vivo. Sin embargo, las altas tasas de mortalidad infantil provocan que los padres pobres aguarden un tiempo de espera de vida, a fin de verificar si el recién nacido logra sobrevivir. Sólo entonces comienzan a considerarlo vivo. Los niños de esas familias son como pequeños canguros de madres sin bolsa protectora" (Cristovam Buarque).

Dos momentos atroces. El momento en que uno empieza a reconocer en sí mismo el deseo de que un ser querido, agonizante, muera. El momento en que uno empieza a reconocer en sí mismo el alivio de que, por fin, ha muerto.

7.10.04

Axioma de las editoriales: "Copiar de uno es plagio; copiar de varios es investigación."

24.9.04

Bellocchio 2

Dos escenas memorables de En el nombre del padre, de Marco Bellocchio, tal como las recuerdo.
En una, los jóvenes burgueses que se rebelan ante el autoritarismo de su colegio religioso acuden al personal “no docente”, sobre todo los cocineros, en busca de ayuda. Una “alianza de clases” contra el “enemigo común”. Pero los trabajadores les niegan todo apoyo a los jóvenes, porque saben bien que, una vez alcanzada la “victoria”, sólo sería capitalizada por aquéllos, los privilegiados. (Lo más probable es que a ellos los echen, sin que nadie los defienda entonces.)
En la otra escena, los jóvenes organizan una de esas terroríficas representaciones artísticas de las escuelas. Aprovechan para volcar su rebeldía en una pieza cargada de sensualidad y anticlericalismo, como para escandalizar a su público, los docentes y directivos de la escuela. Contra lo previsto, éstos, pasado cierto susto inicial, se ríen y hasta disfrutan de la representación (quizás disimulan, quizás saben que su gran triunfo es absorber toda rebeldía, en vez de combatirla).
Ambas escenas refieren, de manera notable, a dos tópicos maoístas de los setenta: negación de toda alianza de clases conducida por la burguesía y negación de toda vanguardia estética dirigida al público burgués.


TVR/MFT

"El Comfer multará a TVR por discriminar" (La Nación).
Esto no sólo es mear fuera del tarro (MFT) --y querer matar al mensajero--, sino que también recuerda los famosos juicios por pornografía a Flaubert por Madame Bovary . Los censores nunca captan la distancia enunciativa, la polifonía y todos esos tecnicismos aburridos que no sirven para nada. ¡Viva Mauro Viale y Lita de Lazzari!

22.9.04

Para deprimirse en primavera (no suicidarse, no es para tanto; además, total, ya estamos muertos, como dice Lisandro Alonso): el foro de Clarín sobre si hay que enseñar o no el informe de la CONADEP en las escuelas.
Entre tanta incuria, una opinión, o más bien un comentario interesante de alguien que dice que en la secundaria lo obligaron a ver La noche de los lápices, bajo amenaza de amonestaciones.
Por eso siento escalofríos cuando veo a los chicos cubanos vestiditos como "pioneros del comunismo", etc. ¿No será mejor enseñar por la contraria? Como un amigo mío, profesor de literatura en la secundaria, que afirma que hay que dar los peores libros, porque, ya que los alumnos los van a odiar de todas maneras, que odien ésos, y no los buenos.



Un genio argentino

La cosa es así: tengo un dinero "negro" (no sé si hay de otro color, ni me interesa) para blanquear. Hago una Fundación y "fundo" una universidad en alguna zona del Gran Buenos Aires. Grandes y pulcros edificios (que alguna vez fueron fábricas, seguramente), una biblioteca bien surtida, docentes bien pagos (al principio), poca exigencia académica para captar alumnos de capas populares. Salgo en una publicidad televisiva diciendo algo así como: "Yo no pude estudiar, así que mi sueño era fundar una universidad para que otros pudieran" (???). Ojo: en "mi" universidad la política no entra (proclamo desde mi despacho con los retratos de Perón, Evita y Menem). Al poco tiempo, "mi" universidad entra en el presupuesto nacional para universidades públicas (esto perjudica a las otras, pero ¿a quién le importan esos chetos de la UBA?). Empiezo a recuperar mi inversión, blanqueada. Sigo dando educación y trabajo. ¿Quién me va a cuestionar?
Chapó.

21.9.04

Árabes na Feira de Frankfurt
FRANKFURT, Alemanha - O mundo árabe será o convidado de honra da Feira do Livro de Frankfurt deste ano, uma temática altamente polêmica que está obrigando os organizadores a tomarem fortes medidas de segurança. O programa da 60ª edição da maior feira mundial de livro, que acontece entre 6 e 10 de outubro, vai reunir mais de 160 intervenções de autores árabes. No total, serão 95 personalidades de 14 países árabes, incluído o secretário-geral da Liga Árabe, Amro Mussa, os que vão participar de simpósios, debates e seminários sobre a cultura e a sociedade árabes e suas relações com o Ocidente.
(Nota completa.)

19.9.04

Golden boy

La designación de Martín Redrado, ex golden boy de Menem-Cavallo, como presidente del Banco Central, parece sugerir que el haber sido menemista es un pecado que no todos deben purgar de la misma manera.
A lo mejor, el Gobierno cree que siempre se puede contar con un tecnócrata que alquile sus servicios al mejor postor. Pero que se cuide, porque eso es lo que pasa con los guardaespaldas: siempre puede aparecer alguien que les pague mejor.


17.9.04

Perdón

El País pide perdón por una campaña publicitaria de suscripciones (que explotaba el tema de las Torres Gemelas).
¿No recuerda a nuestro "Gente se equivocó"?






Alcohol

Fallido de redacción en un libro contra el alcoholismo:
"Sería interminable mencionar todo lo que se puede hacer en estado de ebriedad."
(Corrector solícito y comprensivo, tuve que intercalar un "malo" entre "lo" y "que".)

16.9.04

Citas

"Los libros y artículos publicados en Nueva York (o en París) citan sobre todo libros y artículos publicados en Nueva York (o en París). Hay algo natural en que las metrópolis sean provincianas: el desarrollo de una conversación creadora, la animación que le da vida, tiene como centro una discusión local. Por el contrario, un signo claro de subdesarrollo son las publicaciones que no citan autores locales, para no verse provincianas. Muestran la altivez de Groucho Marx: 'No me interesa pertenecer a un club que acepte gente como yo.' Para el subdesarrollo, las discusiones importantes son las que se siguen de lejos, como un espectáculo. Estar en la periferia consiste precisamente en no estar en sí mismos, en creer que la verdadera vida está en un centro remoto" (Gabriel Zaid, "El fetichismo de las citas").

Contratapas

Cada día me voy convirtiendo más en un escritor de contratapas.
Si fuera sólo una cuestión de páginas, líneas y caracteres, habría escrito ya el equivalente a varias novelas.
Ojo, no es tan fácil como parece. Y es mucho menos satisfactorio, si así puede decirse.
Para una "teoría de la contratapa": ¿un género sin posibilidad de estilo?





15.9.04

Abrumado por la renuncia de Marcelo Bielsa, y sin tener a mano ninguna muestra confiable de su extraordinaria prosa oral (los periodistas transcriben lo que les conviene o, simplemente, lo que sus límites les permiten), transcribo la nota de Nicolás Casullo, en Página de hoy.

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Desa(in) comodando

Marcelo Bielsa siempre fue un contrapelo a las lógicas, decires previsibles, cassetes y tipologías del fútbol (deporte, mercado, pasión y medios de comunicación), desde su puesto de director técnico de la selección mayor. Un atrayente despropósito de lenguaje, de argumentaciones y posturas. Una sola vez tuve oportunidad de hablar largamente con él en 1999, durante una larga sobremesa hasta las cuatro de la mañana y me sorprendió lo ásperamente claro que tenía lo que era en la Argentina la tarea informativa, la corporación periodística, el exitismo de la gente, el encabalgarse a las corrientes imperantes, los comentadores de pantalla, lo efímero de los momentos de gloria y de las cavernas del infierno. Curiosamente, ese día habló desde una lucidez extraña que por lo general yo no encontraba ni en el campo cultural, académico ni intelectual que frecuento en cuanto a la crítica al mundo dado, en cuanto a la envidiable “calidad de vida” que nos ofertamos los argentinos entre nosotros diariamente.
Desde esta misma perspectiva bielsista –que incluía una soberbia que sin embargo no hería las cosas genuinas del fútbol– siempre pensé que debió renunciar a su regreso del fracaso de Japón, pero su decisión fue otra, que recién comienzo a entender con su renuncia luego de la medalla dorada en Atenas. Su pérdida de energía ahora para afrontar el desafío de la tarea, creo que es la manera de seguirnos planteando que lo que importa en el fútbol, para Bielsa, es una bastante indecible conjunción que pasa por afuera de si juega o no con número 10 o línea de tres. Esto último queda sin duda totalmente incluido, pero sus posturas siempre implican un momento de crítica inusual a lo establecido: algo que nos desacomoda, que nos incomoda, que quiebra los juegos de palabras, la rutina pensante. Por encima o por debajo de sus admiradores y detractores, es como si el DT hubiese dado muy frecuentemente, y sobre todo al periodismo joven, lecciones. En una época donde esto último está tan desprestigiado y en desuso por el cinismo, el negocio, la demagogia, “el ganador”, hubo siempre en Bielsa como “una lección” nunca pedida reptando por debajo del enganche o el carrilero, que amigos y enemigos calladamente le reconocen.

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12.9.04

Tarde de domingo: releyendo el Ariel de Rodó y escuchando River-Racing. Una combinación irrepetible.

10.9.04

Para colmo, en mi inefable soberbia, no me di cuenta de que, al llamarme "académico de 2º o 3º orden"..., ¡me ascendió!
Gracias, Diego.



Quisco

Un "Diego", desde un "cómodo anonimato", me "acusa" en un comentario de "Estar en la misa y en la procesión. Tener un quisco retórico pseudo-comprometido. Ser un académico de 2º o 3º orden abocado a defender a capa y espada teorías que escribieron brillantes hombres del siglo XIX contra cualquier cosa que amenace con quitarle a esa teoría la casilla que ocupa en la estructura de la sociedad como la vedette del anti-sistema".
¿Debo preocuparme o alegrarme?
¿Debo intentar ascender de orden? ¿Cómo? ¿Estudiando a autores anteriores o posteriores al siglo XIX?
¿Usar armas y vestimentas más modernas?
¿Deberé cerrar el "quisco" y poner un "vide club"?






Insisto en que alguien tiene que decirlo.
"Una vela para Ezequiel", de Sandra Russo, en Página/12 de hoy.



9.9.04

UE

Juan Gelman, sobre el uso de uranio enriquecido por parte de las tropas norteamericanas en Irak (Página/12 de hoy).


6.9.04

Cruce histórico

Bush (padre): "No me gustan Los Simpson. Prefiero Los Walton."
Bart Simpson: "Pero si somos como los Walton... Rezamos todo el tiempo para que pase la Depresión."

5.9.04

"Basta de robarle al gobierno. Vamos a robar con el gobierno" (el consiglieri Héctor Alterio, en La Mafia, de Torre Nilsson).

En otro orden de cosas (quizás no tanto), repasando el célebre prólogo de Sartre a Los condenados de la Tierra, de Fanon, se me ocurre que tiene cada vez más actualidad. No sólo en relación con el "terrorismo" internacional, sino también, en un nivel "doméstico", con lo que está pasando acá: "inseguridad", Blumberg y compañía. Espero tener tiempo para transcribir algunos fragmentos, que parecen escritos ayer.

Los franceses tienen un refrán: "Está todo dicho; pero, como nadie escucha, hay que decirlo otra vez."
Me parece que se aplica bien a ciertas discursividades de lo obvio como, por ejemplo, Michael Moore (a quien tanto están criticando los posmodernos residuales).
Alguien tiene que decirlo, ni más ni menos.

4.9.04

Graffiti(s)

Algunos graffiti que surgen de pronto en una memoria nostalgiosa (la mía):
- "La autocrítica de Alfonsín equivale al suicidio."
- "Neustadt: tus sueños son nuestras pesadillas."
- "Juan Castro gay" (mucho antes de que saliera del closet).
- "Mauro Viale es SIDE."
- "Ningún ser humano es ilegal."

3.9.04

Apartletismo

"En las últimas décadas la elite mundial descubrió los beneficios que las largas caminatas pueden traer a la salud. La identidad de la riqueza con el sedentarismo diario fue sustituida por la cultura del cooper, del jogging, de las maratones que fascinan a los ricos jóvenes o de mediana edad, protegidos por las técnicas médicas. Al mismo tiempo, el tamaño de las megalópolis y la crisis de la modernidad forzaron a millones de pobres a optar por las caminatas como única forma para trasladarse dentro de las ciudades, por no disponer de recursos para el pago del transporte colectivo. El apartamiento provoca que, en el siglo XXI, en muchas ciudades, a la misma hora caminen ricos en su gimnasia diaria y pobres que se dirigen a sus trabajos. Hacen el mismo gesto, en el mismo momento, pero un sistema social apartado separa uno de otros, en un apartletismo" (Cristovam Buarque, Admirable mundo actual... Diccionario personal de los horrores y las esperanzas del mundo globalizado, Buenos Aires, Lumen-Hvmanitas, en prensa).




2.9.04

Putsch

Clarín no pega una con la palabrita del título, reliquia del vocabulario alfonsinista. En una nota dice que es un "término inglés"; en otra corrige eso, pero dice que es un "golpe de mando" (?).
¿Habrá un fallido dando vueltas?



30.8.04

Jorge B. Rivera (1935-2004)

Vale la pena transcribir entero este excelente artículo recordatorio de Raúl Antelo.

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Nadador contra corriente

Al escribir la necrológica de Breton, Michel Foucault lo definió como un nadador entre dos palabras, un fundador de linaje al que debía vérselo menos como un constructor y mucho más como un excavador. Jorge B. Rivera, que era un excavador nato, fue también un nadador a contracorriente. Un solitario. Autor de un pionerísmo y singular rescate del concreto-abstraccionismo, Madi y la vanguardia argentina (1976), había leído a Borges, en los 60, desde los marcos ofrecidos por la antropología (Tylor, Frazer), destacando, de forma innovadora, “Lo arquetípico en la narrativa argentina del 40”, en ensayo recogido por Jorge Lafforgue en Nueva novela latinoamericana II (1974), volumen señero en la actualización metodológica. Con el mismo Lafforgue fue autor de Asesinos de papel (Calicanto,1977; 2ª ed., Colihue 1996), pionero, a la par que exitoso, memorial y antología de la narrativa policial en el Plata.
Conocíamos ya su Eduardo Gutiérrez, el folletín y la novela popular (1966), y el no menos innovador La primitiva literatura gauchesca (1968), en que, siguiendo la huella de Lauro Ayestarán, Rivera preparó el camino para los estudios clásicos de Ángel Rama y Josefina Ludmer. Trazó un Panorama de la historieta en la Argentina (1992), asunto en el que era duchísimo, y en sus volúmenes El periodismo cultural (1997) o El escritor y la industria cultural (1998) reunió ideas ya explayadas en la Historia de la literatura argentina (1981), obra colectiva, bajo la coordenación de Susana Zanetti, editada por el Centro Editor de América Latina, o bien anticipadas en sus artículos para la revista Crisis o los suplementos de Clarín y La Opinión.
Su amigo, el uruguayo Pablo Rocca, lo recuerda como un nadador entre dos orillas—las físicas del Plata pero también las simbólicas, de lo alto y lo bajo. Rivera, evoca Rocca, vivió la cultura como una pedagogía alterna, un acto de apertura hacia los otros, en la certeza de que leer ayuda a ejercer de modo más gozoso y lúcido la soberanía.
No fuí su amigo personal aunque sí su admirador. Rivera perteneció al club exclusivo en que podríamos también encontrar, en Uruguay, a Carlos Real de Azúa y, en Brasil, a Alexandre Eulálio. Erudición, bibliofilia y deliberada voluntad de sospecha hacia modelos dogmáticos de crítica fueron sus marcas singulares. Mostraba interés por lo masivo y lo visual pero no menos por lo arcaico y primordial, a la par que no ocultaba desdén por la visibilidad oficial. Anticipó cuestiones de las que críticos más aparejados supieron sacar provecho; pero no se le puede negar la sutileza de ver un valor donde antes se veía sólo ausencia. Críticos como Raymond Williams o Rosalind Krauss ejercen un ajuste de cuentas con el formalismo-modernismo de rara sintonía con el ojo crítco de Jorge B. Rivera y es en esa línea, me parece, que su obra debería ser pensada. Como excavación.
Publicó, siendo joven, dos libros de poemas, La explosión del sueño (1960) y Beneficio de inventario (1963). En “Carta de resurrección”, del primer poemario, admitía: “Es verdad, acaso ayer no existiera, condenado / a renacer de mi propia roña, de mi propio sudor, / del sudor de mis hermanos atados con la misma carga imaginativa, / comiendo en el mismo plato idéntica porción de carne lacerada”. En ese poema de previsibles marcas surrealistas, Rivera se soñaba a sí mismo exilado “en la otra orilla de la realidad”, desde donde algún día se levantaría, de entre los vivos, para unir erotismo, literatura y muerte. Así sea.

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29.8.04

Mala semana.
Jorge B. Rivera, Isidoro Blaisten, in memoriam.

Bellocchio

Marco Bellocchio (Piacenza, Emilia-Romaña, 1939) es un director de cine poco mencionado hoy. Curiosamente, es de esos realizadores que hacen las "películas de la década", las que resultan, casi involuntariamente, las más representativas (en un sentido positivo, digo. Bertolucci empezó así, con Último tango y Novecento; pero, demasiado consciente de su astucia, terminó haciendo El último emperador y Little Buda). Década del sesenta: I pugni in tasca (1965), la crítica de la antipsiquiatría a la familia, la rebelión juvenil que va a culminar en el 68 europeo. Los setenta: Nel nome del padre (1972; y quizás Sbatti il mostro in prima pagina, del mismo año), la visión maoísta de una sociedad seudodemocrática, que termina absorbiendo toda rebelión parcial. Los ochenta: la extraordinaria Il diablo in corpo (1986), el final del proyecto revolucionario, con sus traidores y sus "irreductibles", y una nueva rebeldía juvenil en puerta.


Piedras

"A veces pienso que no hay suficientes piedras (para arrojar)" (del guión de Forrest Gump).


Depresión

Anécdota contada por mi amigo Carlos Dews, profesor universitario estadounidense. Una alumna suya escribió, en una monografía sobre la Gran Depresión de los treinta, que algo así no podría repetirse en la actualidad porque ahora hay muchas medicinas, como el Prozac, que lo impedirían.

Colofones 1

Me gustaría iniciar una serie de colofones "raros" y lo hago con el de T. S. Eliot, La tierra baldía, Madrid, Avantos Swan, 1982.

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El presente volumen terminóse de imprimir el XII-XI-MCMLXXXII, viernes, con Saturno ya alejándose de la constelación de la Lira, próximo a Júpiter, en el santoral de San Josafat, a las 18,47 en los talleres de Velograf, con una temperatura exterior de 7 ºC y una humedad relativa del 63 %. Las constantes físicas de la obra son las que a continuación se exponen. Formato, 21 X 15 cms. Portada, todo color, cartulina Zurbarán de 254 grms., plastificada en caliente. Papel, offset editorial de 80 grms. de Torras Hostench, S. A. Encuadernación, rústica cosida con hilo vegetal. Primera impresión, 2.000 copias. En esta augusta efemérides, la Fundación Avantos & Hakeldama ofreció un cónclave con libación en la Torre de la Botica, que mirando quebrantada hacia Castilla, se despeña torva en los campos del Real Sitio, donde aún trona la voz del gran Montano. Se escanció el más sobrio mosto nacido de Castilla, criado en las llanuras de Toro, que siembra las raíces del Reino haciendo sangrar a las vides de doradas nalgas, llevando luego a reposar su conocimiento en los viejos odres, habitados de duendes por milenios, hacia donde siempre acudieron a mamar el sudor de la vendimia los hombres libres de Castilla.

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28.8.04

Noticias al azar

- Familia
En un momento me hablan de "tu familia, qué sé yo, y que cuidate con tu familia". Yo le dije: "Man, no tengo familia. Soy Charly García".

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- "Hígado" Muñoz
Según reveló ayer el abogado Eduardo Ramírez, el lunes un conocido de Cristian "Hígado" Muñoz le hizo llegar un sobre de parte de él.
"Me mandó el DNI y el registro de manejo falso con los que fue detenido en Córdoba. Con eso esperaba probar que no participó (por el cotejo de fechas) en el secuestro de Cristian Garnil", le explicó el abogado a Clarín y confirmó la existencia de una carta en la que Muñoz anticipaba la posibilidad de ser asesinado.
"Quiero hacerle saber a la ciudadanía, por las dudas si me mataran, que no tengo nada que ver con lo que se me acusa", dice el texto. Y agrega: "Esto va dirigido a la familia de Nicolás por todo lo que vivió durante los 20 días de su secuestro. Lamento mucho lo sucedido, (pero) yo no soy la persona que lo secuestró".
En otro pasaje de la carta, Muñoz pide "que le pregunte a la DDI (Delegación Departamental de Investigaciones) de San Isidro de dónde saca todas esas mentiras, que los secuestradores son ellos".
Luego se dirige a su padre, Manuel, que estaba detenido: "Toda su vida trabajó y lo sacaron del trabajo. El no tiene nada que ver con esto, igual que yo. Querido viejo, pronto se aclarará todo. Te amo papá. En este país, los más débiles y los más pobres pagamos los platos rotos", sentenció.

* * *

- Rubios
Hebe de Bonafini, afirmó que es una "vergüenza la propaganda que le hacen a un fascista". Y agregó: "Como tiene un hijo rubio, todos sabemos su nombre: Axel. Pero cuando matan a un negro le dicen El Oso, porque no sabemos ni siquiera que se llama Martín (Cisneros, dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda). Es una manera de desprestigiar y de decir que negros y pobres no tienen ni nombre ni nada".


24.8.04

Eva Giberti sobre Carmen Argibay en Página/12 de hoy.

Martí otra vez

Quizás no se pueda “morir por la Patria”. Ni por cualquier otra cosa exterior a uno. Es dudoso, por lo menos, desde el amigo Nietzsche, que decía (algunos años antes de papá Sigmund) que todo acto moral es una “autotomía”, es decir, un sacrificio de una parte del yo en beneficio de otra.
Sin embargo, lo que no es dudoso en el caso de Martí, en el caso de la muerte de Martí, es que salta bruscamente la brecha entre el decir y el hacer, aporía que tanto se les reprocha a los intelectuales.
Claro, así pone demasiado alto la cota, la condición legítima o legitimadora de un discurso intelectual no complaciente, no inútil. ¿Desde dónde, entonces, se puede ser un “intelectual crítico”? ¿Desde la muerte, cancelación del discurso (o comienzo de un discurso que uno ya no puede controlar)?
Bien dice Julio Ramos al respecto (en Paradojas de la letra) que para Martí la guerra (la muerte) es “el exterior temido y a la vez deseado del discurso” (una especie de real lacaniano, agregaría yo, pedantescamente). Pero, si la realización del deseo equivalía, como siempre, a la muerte, un poco de temor hubiera sido saludable. Para Martí, por lo menos, y para la poesía.


23.8.04

Generosidad

Interesante contrapunto (involuntario) en el suplemento económico de Página/12 de ayer.
Por un lado, un economista, consultado sobre la posible suba de salarios, comenta que no se debe descartar la "generosidad" de los empresarios, incluso en sentido fordista.
Y, en un reportaje aparte, un industrial metalúrgico, cuando se le pregunta "¿No le parece que la legislación debe amparar al más débil, en este caso el empleado, del empresario que despide sin causa?", contesta: "La defensa del más débil es digna de respetar. Pero las empresas no son instituciones sociales ni lugares de contención."



22.8.04

Cuba rechazó hoy por "insultante" y "ofensivo" un ofrecimiento estadounidense de 50.000 dólares para aliviar las millonarias pérdidas ocasionadas por el huracán Charley.
"Ese gesto ignora los daños ocasionados al país por sucesivas administraciones norteamericanas y representa un nuevo insulto y una ofensa a los cientos de miles de familias cubanas que han sufrido los daños de ese fenómeno natural", dice una declaración de la cancillería.
...

Sicarios

Respecto del "auge" de los secuestros extorsivos, es recomendable leer la novela-reportaje de Gabo Noticia de un secuestro y la novela-delirio de Fernando Vallejo La virgen de los sicarios.
Ambos hacen, cada uno a su manera, una antropología del "sicariato" urbano, fenómeno que se está extendiendo en nuestra sociedad ostensiblemente.

19.8.04

(Vaya otra crítica superficial y arbitraria, que sólo se justifica porque es de una novela que no tuvo la repercusión merecida.)

- Nicolás Casullo, La cátedra, Buenos Aires, Norma, 2000.

500 páginas barrocas, densas, apasionantes.
Por momentos, me obsesionó (y es bueno sentir —quizás ilusoriamente— que todavía no perdí la pasión por la lectura, por ciertas lecturas).
Una versión extremadamente dark de Filosofía y Letras, la novela de De Santis. (En gran parte, transcurre en el mismo edificio legendario de la calle 25 de Mayo, pero no en los pisos altos sino en los sótanos.)
Creo que el final me decepcionó un poco, tal vez porque deriva de lo político a lo (extrañamente) esotérico, o porque no define muy bien, de manera explícita, qué pasa. (Sí, sé que esto es parte de su valor, mi "decepción" no es una categoría crítica.)
Muchísimos personajes, muchísimas épocas, lugares, episodios. Novela río, "totalizadora", que combina varios, tal vez demasiados, géneros, pero perfectamente consciente de ello, y de una manera que ya no se estila. Filosofía, suspenso y prosa poética, una extrañísima combinación.
Debe ser la novela del año, no sé cómo no tuvo las repercusiones que merece. (Sí lo sé...)

5/7/2000




Machistas

Una profesora de literatura norteamericana dijo una vez en clase que no le gustaba Hemingway porque era "machista". En cambio, prefería a Faulkner; que, presumiblemente, no lo era. Me imagino que sobre esto se habrán escrito miles de páginas, algunas hasta interesantes.
Yo sólo querría decir que, aun coincidiendo con ese gusto en líneas generales (prefiero a Faulkner antes que a Hemingway; también lo conozco mucho más), las razones son otras y ese epíteto de "machista" habría que matizarlo. Incluso, invertirlo. Personajes femeninos de EH como Brett (de Fiesta) o María (de Por quién doblan las campanas) no son precisamente prototipos femeninos conservadores. Como sí lo son, obviamente, algunos personajes de WF; la Lena Grove de Luz de agosto, famosamente, por ejemplo: "vientre" ambulante, ambiguo objeto del deseo varonil, "fuerza de la naturaleza", etc. (La Carlota de Palmeras salvajes es otro cantar, pero también esta novela es bastante atípica.)
Ahora bien, si la lucha por superarse hasta vencer los propios límites, aun sin obtener resultado alguno (El viejo y el mar) es "machista", estamos en problemas.
Hay una escena de Mientras yo agonizo, de WF, que comenta muy bien todo esto (relato de memoria). Un hombre y una mujer están cosechando algodón. Él le pide a ella que se le entregue. Ella vacila y le dice que si, al final de la hilera de plantas, su bolsa está llena de algodón, se le entregará; si no, no. Entonces, él toma su propia bolsa y vuelca el contenido en la de ella, que así debe entregársele. Es decir, la mujer, pasiva, deja su decisión en manos del azar, del destino; en cambio, el hombre, activo, toma el destino en sus manos. Pocas escenas más "machistas" que éstas, diría yo. (Pocas más bellas, también.)


18.8.04

Caricaturas

Para volver a un post anterior: si Eduardo van der Kooy considera "caricaturesca" a la mujer de Castells, ¿cómo verá a su Jefa, la inefable Ernestina Herrera de Noble, con sus infinitas cirugías, su fotogenia photoshópica, sus adopciones dudosas, su increíble poder para hacer y deshacer en este país de décima? Bueno, esto último contesta la pregunta, I think.

Chávezlandia

"Extraño dictador este Hugo Chávez. Masoquista y suicida: creó una Constitución que permite que el pueblo lo eche, y se arriesgó a que eso ocurriera en un referéndum revocatorio que Venezuela ha realizado por primera vez en la historia universal.
No hubo castigo. Y esta resultó ser la octava elección que Chávez ha ganado en cinco años, con una transparencia que ya hubiera querido Bush para un día de fiesta.
Obediente a su propia Constitución, Chávez aceptó el referéndum, promovido por la oposición, y puso su cargo a disposición de la gente: “Decidan ustedes”.
Hasta ahora, los presidentes interrumpían su gestión solamente por defunción, cuartelazo, pueblada o decisión parlamentaria. El referéndum ha inaugurado una forma inédita de democracia directa. Un acontecimiento extraordinario:
¿Cuántos presidentes, de cualquier país del mundo, se animarían a hacerlo?
¿Y cuántos seguirían siendo presidentes después de hacerlo?" (Galeano, en Página de hoy).

Sin necesidad de glorificar a Chávez: lo que pasó en Venezuela es realmente inédito. Y no extraña para nada que sea minimizado por todo el mundo: es un ejemplo demasiado peligroso. ¿Hasta cuándo querrán darnos lecciones de democracia los Bushes de este mundo?








Closet

"Nunca salí del closet, en mi casa humilde no había ni ropero" (Lemebel).

Nota completa en Clarín.


17.8.04

Break

Bueno, hubo una gran pausa, es cierto.
Una gripe contumaz aminoró mi compulsión escrituraria.
Y hoy di mi primera clase en Filosofía y Letras (a) Puán, lo cual es todo un acontecimiento para mí, pero además agotó mis últimas fuerzas.
Espero retormar pronto este abandonado blog, hay muchos proyectos.
Gracias.


12.8.04

Rateros o El teorema de Battle

En una carta de lectores de La Nación de hoy, alguien cuenta que estaba por entrar a un locutorio cuando vio que entre el dueño y los clientes acababan de atrapar a un "ratero". Le pegaron y lo insultaron hasta que llegó la policía y se lo llevó. Entonces, el dueño del local entró a las cabinas y pudo verificar que la mayoría de los clientes había aprovechado el tumulto para irse sin pagar.



Ojo. Pongo fragmentos de historias chinas y japonesas porque me gustan (esa crueldad "refinada", ese encanto de la paradoja taoísta precursoramente borgesiana). Pero no me las creo del todo. Mucho honor, mucho harakiri trucho. Me parece que el único que se las tomó en serio fue Mishima, precisamente como algún personaje de Borges (de "El evangelio según Marcos", por ejemplo).

Costumbres

"En el curso de un seppuku, el asistente cortó la cabeza teniendo cuidado de dejar un pequeño trozo de carne, de manera que la cabeza no quedara separada completamente del tronco. Un observador oficial declaró: 'No se ha acabado.'
El asistente, furioso, cogió la cabeza, cortó el trozo de carne, levantó la cabeza a la altura de sus ojos y dijo: '¡Mira!' Fue bastante impresionante. Es una historia del Señor Sukeemon.
Antiguamente podía ocurrir que la cabeza 'volara'. Se dijo entonces que más valía dejar un pequeño trozo de carne que impidiera que la cabeza se proyectara sobre los oficiales.
Ahora, la costumbre es cortar completamente la cabeza" (Hagakure. El libro de los samuráis).

Fracasos

"Dicen que la obra de Borges fue signada por un fracaso sexual" (Clarín de hoy).
Ver nota.
Lo que se puede hacer cuando sobra plata...
"Se acaba de publicar en los Estados Unidos una nueva biografía que reconsidera vida y obra de Jorge Luis Borges desde un punto de vista anglosajón. Edwin Williamson, el autor de Borges: A Life (Viking Press, 2004), es profesor de Oxford y especialista en Cervantes. Sus investigaciones le demoraron nueve años, el doble de lo que había previsto. Su retrato de Borges se apoya fuertemente en la interpretación según la cual el drama principal fue su incapacidad por establecer relaciones duraderas con las mujeres."
Etcétera.
Guarda que en cualquier momento yo podría escribir "El Aleph".
Ah, no.
"Valéry es un pequeño burgués, pero no todo pequeño burgués es Valéry" (Sartre, es bueno recordarlo de vez en cuando).






11.8.04

Pienso en Ezequiel Martínez Estrada, escribiendo en su oficina del Correo, sin otra cosa que hacer, mirando las manifestaciones que pasan muy por debajo de su ventana, escribiendo en su oficina pública, puro tiempo libre, don Ezequiel, en su oficina, matando el tiempo (público), escribiendo contra el Estado.

Me he resistido a recomendarlo por ser de Clarín, pero es bueno y ahí va: el weblog de Podeti.



D*s

La teóloga feminista Elisabeth Schussler Fiorenza propone escribir el nombre de la divinidad como G*d (adaptado al castellano, D*s), para "evitar la conexión que para las feministas judías tiene la forma G-d con la corriente masculina conservadora".
También usa el término "malestream", "corriente masculina" (que debe a la socióloga feminista Dorothy Smith).
Finalmente, propone escribir "wo/man" como término inclusivo de mujeres y varones.
(Cf. En la senda de Sofía. Hermenéutica feminista crítica para la liberación, trad. de Cristina Conti y José Severino Croatto, Buenos Aires, Lumen, 2003.)


Concubinas

(Famosa anécdota sobre Sun Tzu.)

Un rey, llamado Ho Lu, lo convocó a su corte con la intención de que lo asesorara en futuras campañas, pero no tuvo mejor idea que pedirle al ya renombrado estratega una demostración de sus conocimientos. Sun Tzu pidió que le trajeran 180 mujeres del palacio. Las dividió en dos compañías y puso al frente de cada una de éstas a una de las concubinas favoritas del Rey. Les dio armas de madera y les explicó cómo debían formar, presentar armas y cambiar de flanco, según sus precisas instrucciones. Cuando les dio la primera orden, todas las mujeres estallaron en carcajadas y no se movieron. Sun Tzu, sin alterarse en lo más mínimo, dijo en voz alta: “Si las órdenes no son claras, no serán comprendidas, y la culpa es del general.” Volvió a dar sus instrucciones. Ante la primera orden, las mujeres volvieron a reírse. Sun Tzu, con infinita paciencia, repitió sus instrucciones. Pero otra vez sucedió lo mismo. Entonces, él dijo: “Si las órdenes no son claras, el culpable es el general. Pero si las órdenes son claras y los soldados desobedecen, la culpa es de los oficiales.” Y mandó decapitar a las dos concubinas favoritas. El Rey, viendo lo que el estratega se disponía a hacer, trató de detenerlo, declarándose satisfecho por la demostración. Sun Tzu le respondió: “Habiendo recibido de Su Majestad el mando del ejército, ya no puedo aceptar ciertas órdenes.” Las concubinas fueron decapitadas; Sun Tzu colocó en su lugar a otras dos y volvió a repetir las instrucciones. Esta vez, cuando dio la primera orden, las dos compañías obedecieron a la perfección. Entonces, el general se volvió al Rey y le dijo: “El ejército ya está entrenado y listo para una inspección de Su Majestad. Puede ser utilizado en cualquier misión que desee, hasta para atravesar el fuego y el agua.”

(PV, "Prólogo" a Sun Tzu, El arte de la guerra, Buenos Aires-México, Saga Ediciones, 2004.)