(Vaya otra crítica superficial y arbitraria, que sólo se justifica porque es de una novela que no tuvo la repercusión merecida.)
- Nicolás Casullo, La cátedra, Buenos Aires, Norma, 2000.
500 páginas barrocas, densas, apasionantes.
Por momentos, me obsesionó (y es bueno sentir —quizás ilusoriamente— que todavía no perdí la pasión por la lectura, por ciertas lecturas).
Una versión extremadamente dark de Filosofía y Letras, la novela de De Santis. (En gran parte, transcurre en el mismo edificio legendario de la calle 25 de Mayo, pero no en los pisos altos sino en los sótanos.)
Creo que el final me decepcionó un poco, tal vez porque deriva de lo político a lo (extrañamente) esotérico, o porque no define muy bien, de manera explícita, qué pasa. (Sí, sé que esto es parte de su valor, mi "decepción" no es una categoría crítica.)
Muchísimos personajes, muchísimas épocas, lugares, episodios. Novela río, "totalizadora", que combina varios, tal vez demasiados, géneros, pero perfectamente consciente de ello, y de una manera que ya no se estila. Filosofía, suspenso y prosa poética, una extrañísima combinación.
Debe ser la novela del año, no sé cómo no tuvo las repercusiones que merece. (Sí lo sé...)
5/7/2000
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