Entre yo y la vida hay un vidrio tenue. Por más nítidamente que yo vea y comprenda la vida, no la puedo tocar.
Mi vida es como si me golpeasen con ella.
Todas las palabras esdrújulas, como los sentimientos esdrújulos, son naturalmente ridículas.
Soy una sensación sin la correspondiente persona.
Todos los versos se escriben siempre el día siguiente.
Hay entre mí y mis pasos
una divergencia instintiva.
hay entre quien soy y estoy
una diferencia de verbo
que corresponde a la realidad.
Quiero ir a la muerte como el que va a una fiesta en el crepúsculo.
¡Qué verano agradable de los otros!
No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Seré siempre el que no nació para eso;
seré siempre sólo el que tenía cualidades;
Seré siempre el que esperó que le abrieran la puerta
al pie de una pared sin puerta.
Cómo los que invocan espíritus invocan espíritus me invoco
a mí mismo y no encuentro nada.
Mi patria es el lugar donde no estoy.
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