¿Para qué inventar ciudades, pueblos, regiones?
Recuerdo lo obvio: Santa María, Comala, Macondo.
"Saga balzaciana": está bien, todo deriva de ahí; pero el buen Honoré no lo necesitó. Saer, tampoco.
Recuerdo lo obvio: Santa María, Comala, Macondo.
"Saga balzaciana": está bien, todo deriva de ahí; pero el buen Honoré no lo necesitó. Saer, tampoco.
¿Para qué, de nuevo?
1. Para desembarazarse de servidumbres
respecto de la realidad topográfica, mediante una reelaboración topológica
potencialmente variable. (En "Los funerales de la Mamá Grande",
Macondo limita con el Vaticano.)
2. Para incluir una ficción dentro de otra
dentro de otra (Santa María, que se basa en Paraná, es creación de un personaje
de La vida breve: Onetti meets Borges).
3. Para funcionar como sinécdoque o
alegoría de una región, de un país, de un subcontinente: Comala, Macondo. (Y
poder negarlo.)
4. Para evitar inconvenientes jurídicos
(¿Faulkner? Sinclair Lewis nunca pudo volver a su pueblo, retratado à clef en Mean Street).
5. Para preguntarse por qué es necesario.
5. Para preguntarse por qué es necesario.
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