4.1.06

Déjà vu

Se me ocurre que a muchos de los artículos que escriben los “intelectuales kirchneristas” (Feinman, por nombrar el más obvio), se le podrían cambiar la fecha y la firma, y quedarían bárbaros, tal cual: por ejemplo, Beatriz Sarlo (o Juan Carlos Portantiero, etc.), 1984. ¿Qué tal? Un pequeño retoque interior (Alfonsín por Kirchner) y listo.
Eso sí: cuando la fecha se parezca más a 1987, agarrate Catalina (o Cristina).

4 comentarios:

  1. Anónimo11:52 p.m.

    Nada que ver con nada, como decía Jimena el otro día. Te retribuyo lo de Nerval con Darío. Nunca me canso de leerlo. Abrazo L

    LO FATAL

    Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
    y más la piedra dura porque esa ya no siente,
    pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
    ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
    Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
    y el temor de haber sido y un futuro terror...
    Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
    y sufrir por la vida y por la sombra y por
    lo que no conocemos y apenas sospechamos,
    y la carne que tienta con sus frescos racimos,
    y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
    ¡y no saber adónde vamos,
    ni de dónde venimos!...

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  2. Anónimo11:47 a.m.

    a ver, mandate una reflexión sobre la sucesión de estos dos comentarios!

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  3. Anónimo8:41 p.m.

    pésima comparación.

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  4. buena comparación.
    golpe de realidad.

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