"La gobernabilidad del primer tramo de la gestión de Cristina Kirchner depende de cómo se encarrile en los próximos meses la puja distributiva institucionalizada. Los trabajadores argentinos, merced a su tradición sindical y de lucha, tienen conciencia de sus derechos y no se chupan el dedo. Por lo tanto, ningún laburante sindicalizado cree en los índices oficiales y no admitiría que sus dirigentes cerraran una paritaria por menos del doble de aumento de la inflación dibujada por el Indec, para empezar. Para mantener su representatividad y su poder político, los líderes cegetistas deberán hacer equilibrio entre los reclamos de sus bases y los de gobernabilidad que le formula el oficialismo. Para que se esmeren en ese cometido, el Gobierno le concederá muchas cosas, entre ellas el mantenimiento del statu quo en el tema que nos ocupa (CTA)."
Nota de Mario Wainfeld.
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