17.10.06

La polémica, una pasión intelectual

por Carlos Gazzera / De nuestra Redacción
cgazzera@lavozdelinterior.com.ar

Este libro incluye un conjunto de textos que coronaron las polémicas político-intelectuales fundantes del campo cultural latinoamericano. La primera de esas polémicas es la que enfrentó a españoles y a latinoamericanos, fundamentalmente los nucleados en la revista ultraísta Martín Fierro, en torno al meridiano cultural de América latina.
Como se sabe, la bofetada que irritó a tantos intelectuales del “lado de acá” fue una boutade lanzada por Guillermo de Torre, que aguijoneó los ánimos de la muchachada intelectual latinoamericana. De Torre venía a decir que la capital cultural, el “meridiano intelectual de Hispanoamérica” pasaba por Madrid y no por alguna de las capitales de los países de la región. El chiste se cobró enemistades y miradas. En el ámbito argentino, la zona más sensible y núcleo duro de la polémica, significó que buena parte de la élite letrada de Buenos Aires alentara la desconfianza y algunos bolsones de hispanofobia.
En Polémicas intelectuales..., Gabriela García Cedro y Pablo Valle recuperan casi una veintena de textos firmados por los protagonistas de aquella primera polémica que, vista a la distancia, fue la que demostró, por un lado, que la intelectualidad latinoamericana –especialmente la porteña y la limeña– estaba en condiciones de reclamar una relativa autonomía intelectual de España. Y por otro lado, que tanto en Buenos Aires como en Lima, el efecto de las vanguardias había logrado su primer cometido: emancipar a los literatos de las rencillas políticas. Ahora, el debate era sobre cuestiones estéticas, culturales, artísticas. Ahora el escritor “se ocupaba de lo suyo”.
La segunda polémica, a comienzos de 1930, es la que sostuvieron Víctor Raúl Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui. Ambos intelectuales estuvieron fuertemente unidos cuando la onda expansiva de la Reforma Universitaria de 1918 viajó de Córdoba a Lima. Tuvieron caminos separados cuando debieron exiliarse después de que el gobierno de Augusto B. Leguía se convirtiera en una feroz dictadura. En ese contexto, Haya de la Torre fundó en México, en 1924, la Alianza Popular Revolucionaria Americana (Apra). Mariátegui alcanzará a criticar algunos de sus postulados poco antes de morir, tempranamente, en 1930. Mariátegui le objetaba lo que en definitiva terminó confirmándose, que el Apra sería, con su base doctrinal e ideológica, una plataforma populista y una escuela de caudillos.
El libro también recupera el debate entre Julio Cortázar y José María Arguedas. Una polémica que estuvo, a finales de los ’60, en el centro de la impugnación del llamado boom de la literatura latinoamericana. Una impugnación en la que Arguedas arremete contra el falso e impostado “universalismo” de Cortázar y sus adláteres de aquellos años (Vargas Llosa, García Márquez y Octavio Paz). Lo que resulta interesante es el modo en el que ese debate es leído en esta obra, tanto por Marcela Croce como por Mariana Bendahan. ¡Ya ni la izquierda sostiene a Cortázar!
Por último, la frutilla del postre. El debate que partió a la izquierda intelectual latinoamericana y demostró que el boom era efectivamente una onomatopeya del ruido que haría cuando se desmoronara. Y efectivamente, aún hoy se recogen las astillas de esa explosión que tuvo como centro a la isla cósmica-lezamiana de Cuba y el resonado “caso Padilla”, como se lo conoció.
Este libro reúne, en una antología certera, un siglo de avances y retrocesos en el campo intelectual y literario latinoamericano: desde su autonomización hasta su atomización. Un recorrido para intentar reconstruir críticamente todo aquello que como latinoamericanos nos unió (la lengua) y remontar todo aquello que nos separó (las burguesías dominantes). Quizá estemos en presencia de otra esperanza, de otro capítulo del culebrón que supimos escribir... Pero después de todo, ¿quién dice que no vale la pena intentarlo?

4 comentarios:

  1. Sí. Pero, en esa polémica, pobre Arguedas.

    ResponderBorrar
  2. Anónimo11:42 p.m.

    perdonen, pobre pe parcia pedro. gardonen, gobre ge garcia gedro. cardonen, cobre ce carcia cedro. a la mierda, mierdas: GGCCGG/GGC.

    ResponderBorrar
  3. Anónimo10:29 p.m.

    Ay, la presentaci'on de Garcia Cedro es malisima. Una cocinada. Son mas las citas que lo que ella aporta. Lo tuyo, Pablo, es mucho mejor. Y el prologo de Croce, de una pesadez absurda. REcargado estilisticamente y muy, pero muy fragmentariop.

    ResponderBorrar