por Hans Magnus Enzensberger
El que más cerca estaba de nosotros
parecía haber llegado de muy lejos
a la patria terrible.
Aquí muy pocas cosas lo retenían.
Más bien nada sino una búsqueda de vestigios
con una varita mágica de palabras
que temblaba en su mano.
Sobre incendios y cementerios la fue siguiendo
hasta la locura vertiginosa
en la campiña de Suffolk.
Is this the promis'd land?
Temprano irrumpió la oscuridad
pero él siguió adelante, con paso tenaz
imperturbable entre tanta pesadilla.
Por tres líneas sabemos
que el polvo le fue leve:
Así me deslicé en silencio
apenas rozando un ala
alejándome de la tierra.
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