Uno, muy obvio: mañana vuelvo a trabajar después de un mes de vacaciones. Trato de no imaginarme con qué me voy a encontrar. Trato de no tomar demasiados ansiolíticos.
Otro, más sutil, por decirlo de alguna manera. Acabo de tirar a la basura (o poner en la calle, más bien, quién sabe qué va a pasar) más de 500 viejos videocasetes VHS, con más de 1000 películas grabadas a una velocidad sólo propia de una extraordinaria videocasetera Panasonic J31 que compré de contrabando en el año 1991.
Sí, un "trabajo" de más de quince años, que recibió su primer golpe, simbólico, cuando perdí en mi PC el catálogo que fui haciendo en una vieja base de datos, en mi primera XT. Imposible encontrar una grabación determinada, después. ¡Qué nostalgia! La video ya no anda, pero podría arreglarla. El problema es otro: el lugar, que no tengo.
Y el tiempo, que tengo mucho menos.
Increíble! no se te ocurrió donarlo a una biblioteca del interior? todavía tienen esas herramientas porque es lo único que consiguieron...en fin
ResponderBorrarHe donado libros, sí, pero no pensé que estos videos pudieran serles útiles. También pensé en el Ejército de Salvación, que va a domicilio y llamé otras veces. Pero finalmente se los llevaron los muchachos "recicladores urbanos" y seguramente les darán alguna utilidad.
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