Ahora que, raudamente como siempre, empiezan a huir las ratas que estaban dentro del gobierno (aunque no todos eran, éramos, conscientes de que estaban), gentuza como Reutemann, Romero, Obeid, etc., ¿no sería hora de que el mismo gobierno empezara a desembarazarse de las últimas pieces of shits que le quedan? Empezando por una de sus recientes adquisiciones, ¡ay!, el fascista confeso Aldo Rico.
¿Esto es demasiado utópico? ¿Tanto tiene que perder?
Puede ser: recordemos que Cobos, tan demonizado ahora, siempre fue lo que es y será, y lo sumaron a la fórmula por un mezquino 3 o 4 % que, se supuso, aportaba (y que ni siquiera se necesitó, salvo para que Alberto Fernández dijera que el fraude denunciado por Carrió, aun de ser cierto, no habría movido el amperímetro).
Pero, si las encuestas tienen razón, y octubre se viene con paliza, para no hablar del 2011** (si llega), quizás tenga más para ganar que para perder. ¿O los políticos no comulgan con la idea de “perder con dignidad”? Ni siquiera eso: a lo mejor, si se olvidaran un rato del pragmatismo peroniano (“solamente con los buenos no llegamos a ningún lado”), tendrían algo que ganar. El que vota es el ciudadano común, de a pie; y hay más de éstos que dueños de automotrices, bancos y medios de comunicación.
Y hablando de éstos: ¿Para qué comprar tantos medios (y a tantos periodistas...)? Si la gente cree cada vez menos en todos. ¿Para cuándo, en cambio, los afiches en que se vea a Solá, Macri, etc., junto con Menem, Duhalde, etc.? ¿O a Miguens con Martínez de Hoz y Videla? (Bueno, creo que de éstos hubo, pero no los suficientes.) O con frases como: “Si quieren lomo que lo paguen a 80 pesos como en Uruguay”, “Hay que desgastar al gobierno”, “Ya no hay ganancias extraordinarias”.
Y en el terreno de "lo real": ¿Para qué retenciones al “pequeño productor” y no aumento de impuestos a los ricos-ricos? ¿Y una reforma política de verdad? ¿Y la democracia sindical? ¿Romper con Moyano y los otros mafiosos de la CGT (que ponen el “techo salarial”, claro)?
Sí, ya sé, todo esto es utópico. Ya se decía en la época de Alfonsín... Pero bueno, éste no hizo nada de lo que se le pedía, e igual se tuvo que ir antes de tiempo. Con helicóptero o sin helicóptero, hay muchas maneras de irse, y este gobierno parece empeñado en elegir la más disimulada.
Cuando pienso en Bendini bajando el retrato de Videla, sólo se me ocurre pensar: Qué lástima, podría haber sido distinto, otra oportunidad perdida. Etc.
* Feinmann dixit.
** Puse 2001.
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