Las mujeres del porvenir
Cuando a serios estudios, consagradas
penetren de la ciencia en los arcanos
y rompan esos lazos inhumanos
con que el hombre las tiene esclavizadas.
Cuando en otros principios educadas
conquisten sus derechos soberanos
y el porvenir se labren con sus manos,
con sus manos callosas pero honradas.
Cuando dejen de ser las voluptuosas
bestias de amor, para el placer vendidas.
Cuando más ilustradas y afanosas
no puedan en la lucha ser vencidas,
¡para los ricos faltarán queridas,
para los pobres sobrarán esposas!
Carlos Gagini (Costa Rica, 1865-1925)
què bueno¡
ResponderBorrarsep, ta bueno... estoy medio dormida asi que mucho no puedo opinar...
ResponderBorrarNo creo en los ùltimos dos versos.
ResponderBorrarChe, wake up!, que la inclusión de este soneto era un acto irónico. O, en todo caso, con un encanto kitsch. Gagini era un escritor nacional(ista) de Costa Rica, que tenía estas cosas (buenas intenciones, pero...).
ResponderBorraresposas sobrarán, más qué aburridas
ResponderBorrardel soberano bruto acollaradas
ahora que han libado ¡malhadadas!
del néctar de sor Juana, ¿hacer comidas,
lavar pañales y fingir migraña
para que sucio no la intime al vil fornicio?
¡Qué poco sabe el autor de este estropicio!
¡Si las dejaran, todas serían Tania!
L