30.7.08

Pos(ts)

En su excelente blog Cippodromon, Rafael Cippolini reflexiona sobre el uso actual del vocablo "posmoderno".
"En mi caso, mis elecciones les vienen a muchos como anillo al dedo: en su 'aparato teórico', alguien que se interesa por los efectos de la cultura pop, por las prácticas contemporáneas del arte y por una antropología de las cyberculturas y otras temáticas afines sin dudas debe ser un posmoderno. Ahora ¿mis intereses me vuelven posmoderno?"
Para mí, que me intereso más o menos por lo mismo que él (y que pienso que Cippolini es posmoderno), en todo caso, ser "posmoderno" equivale a algo así como pensar que hay "nuevas formas políticas" sólo como excusa para no enfrentar el hecho de que las "viejas formas políticas" no solucionaron problemas que siguen existiendo. Dicho de manera muuucho más simplista (y quizá necesaria, para evitar tanta bastardilla al cuete): que porque se perdió una batalla la guerra no tenía/tiene sentido y los contendientes, sencillamente, no existen.
Ah, y también hablando de "arte".