24.4.04

Carlos Octavio Bunge, La novela de la sangre (novela histórica argentina) (1903), bajada de El Aleph.

Novela naturalista-positivista situada en la época de Rosas.
Regis y Blanca se casan pero, en la noche de bodas, el primero (sospechado de dar malas ideas “logísticas” a la juventud de entonces) es llevado por orden de Rosas y enviado a Estanislao López, quien lo encierra en la misma celda que a Paz. Blanca y sus familiares lo esperan en vano, más de diez años. Mientras, un amigo de la infancia, Pantuci, soldado federal, le arrastra el ala a la marmórea Blanca y finalmente se casa con ella, que ya está enloquecida por el sufrimiento. Al final, Regis escapa y se reencuentra con su amada (en Uruguay), que tiene un hijo de Pantuci. Esa misma noche el chico se ahoga en un charco, pero los amantes frustrados se quedan juntos para siempre.
Lo notable de esta novela familiar-racial (que en general, salvando algunos párrafos casuales, es muy mala) es su insistencia en el diagnóstico “cientificista”, con su correspondiente vocablo epocal: Rosas es un “neurótico” grave, todos los personajes (especialmente los buenos, los “románticos”) tienen problemas en los “nervios”, Blanca es “histérica”. Las descripciones son crudas, sobre todo en lo que respecta a la sangre y la violencia (no tanto en el sexo, que está sugerido).
Hay más sadismo en el narrador que en los personajes federales...
Pero Rosas es presentado como la cumbre de la perversidad y la astucia. Ni Mármol fue tan lejos.
El malo Pantuci se redime al final, pero provisoriamente, con desconfianza de parte del narrador.
(La base teórica, racista, de todo esto, está en otro libro del autor, Nuestra América.)

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