31.7.04

¡Verso, nos hablan de un Dios
a donde van los difuntos;
verso, o nos condenan juntos,
o nos salvamos los dos!

(Martí,
última estrofa de Versos sencillos)

30.7.04

"Me dice Vd. que me deja en libertad para censurar lo que, al escribir sobre las cosas de esta tierra, halle la pluma digno de censuras. Y esta es para mí la faena más penosa. Para mí la crítica no ha sido nunca más que el mero ejercicio del criterio. Cuando escribía juicios de dramas, callar sobre los malos era mi única manera de decir que lo eran. Puesto que el aplauso es la forma de la aprobación, me parece que el silencio es forma de desaprobación sobrada. No tema Vd. la abundancia de mis censuras que se desvanecen delante de mi pluma, como los diablos delante de la cruz. Yo sé que es flaqueza mía; pero no puedo remediarlo. Suelo ser caluroso en la alabanza, y no hay cosa que me guste como tener que alabar, pero en las censuras, de puro sobrio, peco por nulo. Cuando haya cosas censurables, ellas se censurarán por sí mismas; que yo no haré en mis cartas... sino presentar las cosas como sean, que es sistema cuerdo de quien por no ser de la tierra, tiene miedo de pensar desacertadamente, o amar demasiado, o demasiado poco" (José Martí, en carta a Bartolómé Mitre y Vedia, director de La Nación, 1882).

28.7.04

Disfraces

Florencia de la V., "disfrazada" de hombre. Un momento maravilloso, lacaniano, de nuestra televisión (lo digo sin ironía, juro).
Recuerda un episodio, también extraordinario, de Anatomía humana, la novela de Carlos Chernov que ganó el premio Planeta hace unos diez años. El protagonista es uno de los pocos varones que sobreviven a una catástrofe indeterminada. Después de un tiempo de disfrutar sus privilegios en un mundo mayoritariamente femenino, se cansa de que distintos grupos de mujeres se lo disputen como semental y debe vivir disfrazado de mujer. Por una vuelta de la trama, entabla relación con una mujer en particular y, para eso, debe "disfrazarse" de hombre. Ojo: no sacarse el disfraz de mujer, retrotraerse a su condición primigenia, sino disfrazarse de mujer disfrazada de hombre.
¿La identidad (sexual, en este caso) sería una serie indefinida de disfraces sobre disfraces, sin nada disfrazado "abajo"?

En estos últimos días, pienso una y otra vez que, como dijo Isidoro Blaisten, "envejezco sin crecer".

25.7.04

Un mal menor

"La probabilidad de que se produjesen erratas, aun a pesar de una rigurosa corrección de pruebas, iba a ser el tema de un ensayo que Vic pensaba escribir alguna vez. Había algo diabólico e insuperable en las erratas de imprenta, como si formasen parte del mal natural que impregnaba la existencia del hombre, como si tuviesen vida propia y estuviesen decididas a manifestarse como fuese, con la misma inexorabilidad con que las malas yerbas crecen en los más cuidados jardines" (Patricia Highsmith, Mar de fondo, trad. de Marta Sánchez Martín,
Barcelona, Bruguera, 1986; citado en Cómo corregir sin ofender, Buenos Aires, Lumen-Hvmanitas, 1998).
 
(Dedicado a "Virginia", que me mandó varias citas sobre erratas en un Comment  anterior.)

 

Otro excelente web site de otra excelente escritora argentina: Liliana Heer.
Tiene mucho material para leer (y un diseño exquisito).

 

 

 

La derechización --y el sesgo antigubernamental en general-- de Clarín es notorio, pero hoy Van der Kooy pasó cierto límite. Llama "caterva" a los manifestantes del otro día y, peor aún, "caricaturesca" a la esposa de Castells.  ¿Qué pasa? Digo, aparte del tema de las deudas del Grupo Clarín. ¿Juegan para Duhalde, que los "ayudó"? ¿En contra de este gobierno, que todavía no terminó de "ayudarlos"? Ojo, que Clarín es como Neustadt: sus veleidades anticipan el futuro inmediato (recuérdese el vergonzoso pacto con De la Rúa y cuándo cambiaron de línea).

 

 

22.7.04

La errata

Es un duende maligno y solapado. Salta
en medio de las frases que el ingenio combina,
con una terrible voluntad asesina
hunde en plena belleza el puñal de una falta.

La construcción magnífica del pensador asalta.
Al globo del estilo clava traidora espina.
Y en el concierto mágico del verbo desafina
emitiendo una nota perturbadora y alta.

Es incansable artífice a golpes de martillo
y de cincel ilustra su castillo encantado,
y él de un papirotazo desbarata el castillo.

En el cáliz del numen su ponzoña deslíe
y en el templo de Apolo, tras el dios colocado,
con una mueca infame, grotescamente, ríe.

Emilio Frugoni

Vestigios

Otro subgénero: el packaging de galletitas y otros productos (supuestamente) comestibles.
En las Donuts, por ejemplo, dice: "Puede contener vestigios de maní, almendras y avellanas."
¿Qué significa que "puede contener"? ¿Y "vestigios"? ¿Cómo llegarían allí, por casualidad, inadvertidos?
Misterio.

21.7.04

Fake

Parece que se confimó no más que el primer alunizaje fue un fake, una truchada.
Yo, entre crédulo y racionalista, siempre pensé que el engaño se había limitado a poner antes la cámara, para lo cual alguien debió bajar, precisamente, un poquito antes.
Ya no se puede creer en nada. Los Village People no eran gays, Silvio Soldán no tiene quincho. Un día de éstos descubrirán que a Kennedy no lo mató Oswald...





"... yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un '¡Ahhh!'..." (Jack Kerouac, En el camino).

(María, gracias por la cita.)

20.7.04

Colonia

Los plásticos
cubren la casa:
el viento trabaja
a mi favor. Veo
por pequeños orificios
retazos de la ciudad.
Me han contado
amorosamente
antiguas historias romanas
y les he creído;
sin embargo
sólo comprendo lo que miro:
un muro raído, el recorte
de algo oscuro y profundo,
y los autos, incesantes,
en torno.
 
Carlos Battilana
(de El fin del verano)
 
 

Buenos Aires/Río de Janeiro

“Cuando sobre un plano se intenta ubicar las casas en que vivían los escritores (habitualmente piezas de pensión para provincianos que seguían estudios en la capital o ya allí trabajaban); las redacciones de los diarios a que llevaban sus colaboraciones o donde ya ejercían como periodistas de planta; las oficinas gubernamentales que proporcionaban empleos (Correos y Telégrafos, Bibliotecas, Archivos, donde se los situaba por asociación superficial con la pluma); las Universidades donde estudiaban carreras liberales, pronto abandonadas; los Ateneos o salas de conferencias y conciertos donde disertaban; los cafés en que pasaban la mayor parte del día, escribiendo o participando del cenáculo, o buscando ayudas económicas; los teatros a que concurrían, ya para hacer las crónicas, ya por las actrices, ya para ofrecer un manuscrito; las oficinas de los abogados donde eran escribientes o platicaban de arte con ex-colegas asentados; las sedes de los partidos políticos a cuyas asambleas acudían y donde ejercían la más preciada virtud de la época, la oratoria, que era la que consagraba a un intelectual; los prostíbulos a que puntualmente concurrían hasta el día del matrimonio; las iglesias en que algunos se arrepentían; las mueblerías en que se exponían obras de arte o las librerías que recibían las novedades de Barcelona y París, cuando se revisan esos estratégicos puntos sobre el plano, lo que se encuentra es el viejo caso, ese cuadrilátero de diez manzanas por lado donde transcurría la vida activa de la ciudad y era el salón público de la sociabilidad, ese espacio en que, según la mecánica d las novelas de la época, los personajes siempre se encontraban, ¡casualmente!” (Ángel Rama, La ciudad letrada, pp. 156-157).
Ya solucioné todos los problemas con mi web hosting y puedo reenviar a los fragmentos de aquello que los escritores de verdad llaman "mi obra". Suerte. O, como dice el maestro Laiseca, "¡Por favor, plágienme!".
 
 

19.7.04

Una historia de Buenos Aires

“Había una vez” un jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires que luego sería presidente. Un “empresario de medios”, conocido por sus procederes mafiosos, le pidió que le “cediera” la mejor frecuencia de radio AM, que pertenecía a la radio municipal. Según la expresión famosa, le hizo “una oferta que no podía rechazar”. Parece que había “grabaciones comprometedoras” que “involucraban” a los dos hijos del jefe de gobierno. Éste, por supuesto, cedió de inmediato y entregó la radio, que se convirtió en una emisora famosa entre los “taxifascistas” de la ciudad.
¿Qué tenían esas grabaciones? Parte de ellas las hizo públicas otro “empresario de medios”, en un diario de efímera duración: uno de los hijos del jefe de gobierno había aprobado exámenes universitarios “fraudulentamente”, como es de práctica entre los “hijos del poder”. Este segundo empresario se “defendió” diciendo que tenía en sus manos más grabaciones, pero por su carácter “privado”, en un alarde de “ética periodística”, se inhibía de darlas a conocer. “Todo el mundo” supo a qué se refería: la “sexualidad”, al parecer cuestionable, del otro hijo del “aburrido” jefe de gobierno.
 
 

Parece que resucitó iespana.

Pero hoy me siento como un boxeador en inferioridad de condiciones que, por alguna extraña razón, como en un sueño, no puede tirar la toalla.

Himno

Esta mañana
hay en el aire la increíble fragancia
de las rosas del Paraíso.
En la margen del Éufrates
Adán descubre la frescura del agua.
Una lluvia de oro cae del cielo:
es el amor de Zeus.
Salta del mar un pez, y un hombre de Agrigento recordará haber sido ese pez.
En la caverna cuyo nombre será Altamira
una mano sin cara traza la curva
de un lomo de bisonte.
La lenta mano de Virgilio acaricia la seda que trajeron
del reino del Emperador Amarillo las caravanas y las naves.
El primer ruiseñor canta en Hungría.
Jesús ve en la moneda el perfil de César.
Pitágoras revela a sus griegos
que la forma del tiempo es la del círculo.
En una isla del Océano
los Lebreles de plata persiguen a los ciervos de oro.
En un yunque forjan la espada que será fiel a Sigurd.
Whitman canta en Manhattan.
Homero nace en siete ciudades.
Una doncella acaba de apresar al unicornio blanco.
Todo el pasado vuelve como una ola
y estas antiguas cosas recurren
porque una mujer te ha besado.

JLB
 
 

18.7.04

Parece que el servidor "gratuito" www.iespana.es se ha caído sin previo aviso, avatar harto frecuente en la seudoRed. Así que no os desesperéis por leer los cuentos, fragmentos de novelas y obra de teatro que pretendí incluir en este peregrino blog, con harto trabajo. Quizás tenga que ir pensando en cambiar de servidor para mi vieja página web.
 
 
 
 

17.7.04

Zitromax

(¿Los prospectos de medicamentos pueden ser un género o bien toda una literatura menor? No importa. Ahí van algunas joyas rescatadas de un prospecto del antibiótico Zitromax, del laboratorio Pfizer.)  
 
"Zitromax es un azálido, subclase de los antibióticos macrólidos, para la administración oral. Zitromax deriva de la eritromicina A por inserción de un átomo de nitrógeno en el anillo de lactona."
"El mecanismo de acción de Zitromax es inhibir la síntesis proteica en las bacterias combinándose con la subunidad ribosómica 50s interfiriendo con la translocación de los péptidos."
"La producción de beta lactamasa no debería tener efecto sobre la actividad de azitromicina."
"En estudios con animales utilizando altas dosis, dando concentraciones de droga 40 veces más altas que aquellas esperadas en la práctica clínica, se ha notado que Zitromax causa fosfolípidos reversible generalmente sin consecuencias toxicológicas discernibles. No hay evidencia que esto sea de relevancia paras el uso normal de Zitromax en humanos."
"Así como sucede con eritromicina y otros macrólidos, se han informado raramente reacciones alérgicas graves incluyendo: angioedema y anafilaxia (raramente fatal)."
"En pacientes recibiendo derivados de la ergotamina se ha descripto ergotismo precipitado por la administración de algunos antibióticos macrólidos. No hay datos respecto a la posibilidad de una interacción entre la ergotamina y azitromicna. Sin embargo, debido a la posibilidad teórica de ergotismo no deben coadministrarse la azitromicina y los derivados de la ergotamina."
"Sentidos especiales: Han sido informados casos de alteraciones auditivas con los antibióticos macrólidos. Han habido informes de alteraciones en la audición, incluyendo pérdida de la audición, sordera y/o acúfenos en algunos pacientes que recibían azitromicina. Muchos de éstos han sido asociados con el uso prolongado de dosis elevadas en estudios de investigación. En aquellos casos donde estuvo disponible la información de seguimiento, la mayoría de estos eventos fue reversible."
Etc.     
¿No es, al menos, un estilo extraordinario (raramente fatal)?
 
 
 

15.7.04

-¿Qué es tener una moralidad dudosa?
-Dudar de la moralidad de los demás.

(del guión de Hiroshima mon amour)

América

"Charles C. Green explica en el Houston Chronicle del 2-7-04 que no se considera una persona peligrosa, que más bien se dedica a escribir. Hace unas semanas voló de Nueva Orléans a Dallas y en el aeropuerto lo atajó una mujer cuando iba a buscar su equipaje. Era una agente de seguridad, le dijo que un pasajero se había quejado de él, le preguntó qué había hecho durante el vuelo y le pidió ver el crucigrama del New York Times que Green, por primera vez en su vida, había completado. Lo ignoró y fijó la vista en una anotación manuscrita al margen de la hoja: “Yo sé que esto es una especie de bomba”, decía. “¿Y esto qué significa?”, preguntó ella. Green aclaró que estaba escribiendo una novela y que en el vuelo se le había ocurrido la frase que Bucky, el protagonista de 42 años, iba a decirle a su amada Julia, de 19, en una escena decisiva del relato. Para confirmarlo, abrió su laptop, fue mostrando a la agente fragmento tras fragmento de la novela en ciernes y ella se convenció de que la bomba no era de TNT precisamente. Los que no se convencieron fueron tres policías que presenciaban la escena. Sin mayores trámites, trasladaron a Green a una comisaría. El que le tomó declaración quiso que el detenido además resumiera la trama de la narración. Al parecer le gustó –aventura Green– porque lo dejaron en libertad “por esta vez”. Más tarde reflexionó: “Si me pudiera dar un consejo práctico a mí mismo y lo aceptara, me diría: ‘Olvídate de lo que leíste sobre EE.UU. en las clases de Historia, Charlie. Olvídate de todo ese asunto de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad..." (Juan Gelman, "Historias de aeropuerto", en Página de hoy).

Camionero

"En otros tiempos primaba la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), era la época en que fábricas y talleres llenaban la Argentina. La terciarización de la economía, el desguace del sistema ferroviario, la desregulación del espacio aéreo, todos componentes del “modelo” que Moyano aborrece, favorecieron empero el crecimiento relativo de su sindicato y de la central obrera que vino conduciendo hasta ayer. La era menemista fue aquella en que proliferaron los remises, el transporte automotor, los camiones, las empresas aéreas. Y la belicosa CGT rebelde fue, centralmente, un conglomerado de gremios de transporte. Una paradoja de las varias que deparó su designación" (Mario Wainfeld, en Página de hoy).




14.7.04

Deuda externa

Cuenta Manuel Ugarte (El destino de un continente) que en Nicaragua, durante una de las tantas intervenciones norteamericanas, como se invocaba como justificación la deuda externa, se abrieron suscripciones y colectas populares.
“Nada más doloroso y emocionante que esas listas en las cuales asomaban las lágrimas de una nacionalidad. Los diarios de Managua del mes de marzo de 1912 traían largas columnas donde se leían, junto a las contribuciones de la gente adinerada, las más humildes: Samuel Gavarrete, todo su haber; Laura Delgado, el producto de la venta de su cama; Juana Gutiérrez, la casa en que vive; Laura Roque, su máquina de coser; Manuel de Aragón, jornalero, el valor de doce días de trabajo; Ramón Robleto, su carreta de dos bueyes; Joaquina Velásquez, pobre de solemnidad, cuanto había recogido en el día: 20 centavos...”

Teoría II

(Sé que lo siguiente también puede parecer esnob de mi parte, pero qué le voy hacer. No se trata de convencer a nadie, por suerte.)
Hay libros de teoría que se leen como novelas.
S/Z, de Barthes, es un ejemplo demasiado obvio, porque sigue precisamente una novela, Sarrasine, de Balzac.
Qué otros. Seguramente, el Kafka de Deleuze-Guattari. Y conste que en él hay apenas algo de biográfico. (Acabo de mencionar mis dos libros de teoría preferidos, esos que me sirven de oráculo si los abro por cualquier lado.)
Una introducción a la teoría literaria, de Eagleton, tiene una estructura cronológica, epocal. Y cada teoría se asienta sobre las ruinas de la anterior.
Literatura argentina y realidad política, de Viñas (aunque no sea de "teoría"). Un lenguaje concreto, seco, y a la vez riquísimo, como el de sus novelas.
Un ejemplo raro, algo que acabo de leer: La ciudad letrada, el libro póstumo (1984) de Ángel Rama.
¿Por qué estos libros se dejan leer como narrativa? ¿Qué "pasa" en ellos? Probablemente, una idea, el desarrollo de una idea, o de varias. Hay "intriga", como en una novela policial. ¿Cuál será el "desenlace"? ¿Cómo terminará tal o cual razonamiento? ¿Saldrá bien parado el autor (un personaje más)?
De ahí también que algunos de estos libros puedan decepcionar, dejar una sensación de insatisfacción o vacío; como esas novelas (o películas) extremadamente complejas que se resuelven en un par de escenas, después de crear demasiada expectativa.










Teoría I

Todos nos creamos un enemigo a nuestra medida. O a la medida que nos permita luchar con él (no siempre destruirlo).
En un reportaje público al que asistí, hace muchos años, le preguntaron a Juan José Saer si leía "teoría literaria". Respondió que no, casi despreciativamente (antes había dicho que leía mucha historia, filosofía, antropología, etc.). Después de la feroz negativa, pareció reflexionar un poco y agregó algo así: "Salvo que consideremos a Roland Barthes como teoría literaria..." Bueno, ¿por qué no?
Para algunos escritores (no digo que sea el caso de Saer, justamente), "teoría" es mala palabra. Pero es que se han fabricado un enemigo a su medida. Barthes sería demasiado.



13.7.04

Enemigos

"Los libros tienen los mismos enemigos que los hombres: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo, y su contenido" (Paul Valéry).

12.7.04

"Nuestros economistas sostienen que necesitamos capitales. Como si la riqueza no fuera capital" (Manuel Ugarte, El destino de un continente, 1923).

9.7.04

Un real

"Apuñalé a un chabón", parece que escribió la chica en su diario, con admirable estilo.
El fuerte contraste estilístico entre "apuñalé" y "chabón", ¿podría ser la huella de la irrupción de un real, en términos lacanianos? ¿O la simbolización es ineludible? Preguntado de otra manera: ¿quién o qué habla en esa frase terrible?

Sobre blogs

Algunos artículos sobre blogs:
- "Hallan en los 'blogs' nueva escritura", de Erika Buzio.
- "Escribir ficción en un blog."
- "Weblogs y literatura: welcome to Tijuana", de Daniel Bellón.

8.7.04

Otra de La Nación de hoy. Un titular: "Siete palestinos fallecieron en un enfrentamiento con israelíes." ¿Fallecieron? ¿Qué les pasó? ¿Justamente tuvieron un ataque al corazón en ese momento?

En una carta de lectores de La Nación (un género por derecho propio), un tipo defiende así la escuela primaria:
"Los docentes de entonces, no politizados, nos enseñaban a leer en voz alta bien parados en el frente, lo que redundó en que no se necesitara la obvia, evidente y por con siguiente trágica «comprensión de textos». A sentarse bien en el banco (hoy abundan la escoliosis y la cifosis) y podría seguir enumerando resultados tales como la ortografía y el dominio del idioma."
¡Socorro!

7.7.04

- Paul Groussac, La divisa punzó, Buenos Aires, Librería y Casa Editora de Jesús Menéndez, 1937.

(Había leído el prólogo hace mucho tiempo, en Mar del Plata. Creo que era otra edición, pero no tengo a mano la ficha. Usé un par de frases como epígrafes para Los crímenes..., sobre todo porque hay un personaje en clave: el “traidor” Martínez Fontes se transforma en Álvarez Montes.)
Hay que reconocer que la pieza es vibrante, y el lenguaje algo altisonante —como era de esperarse, por muchas razones— pero fluido y también con aciertos notables.
Justamente, éste es uno de los puntos para destacar, porque hay en juego una batalla de lenguajes: el “castellano incorrecto” “adulterado” frente al “castizo”; la “sustitución pecaminosa” de tú por vos (todas expresiones del prólogo). Y, dentro de la obra, el acento napolitano de De Angelis, el inglés de Love y Mandeville, el africano de los negros, etc.; la mala pronunciación (esnob) francesa de Agustina Rosas y María Josefa; algunas expresiones entre comillas, como “no más” (cf. Viñas sobre Arlt, famoso y discutible).
(Un ejemplo de voz media: “Rosas apenas les mueve la cabeza, tratándolos como sirvientes.”)
La reconstrucción histórica parece partir más de objetos de museo que de textos otros.
Aparece Enrique Lafuente como personaje. Recordar que es el probable origen del Enrique Osorio de Respiración artificial.
Abundancia de cartas, notas, pliegos... (tópico de las novelas de la época; no por azar retomado en la mía...).
Relación entre política y amor (ídem).
La figura de Manuelita Rosas (símil Mármol).
Un tema descollante, la corporalidad: “rozamientos arrabaleros y nauseabundos” (se queja Manuela a su padre), versus“como sintiera yo sus manos frías, la obligué a que las metiera sobre mis hombros, bajo de mi poncho” (Thompson a Manuela).
Groussac dice que, en la última escena de confrontación con su padre, Manuela alcanza una suerte de “orgasmo psíquico” (en el prólogo).
Los ingleses hablan del país como “forasteros”, a la vez de cerca y de lejos, con intereses concretos y a la vez desapegados, sin involucrarse emocionalmente pero con ventajas intelectuales, etc. (igual que Groussac, es decir que su punto de vista está figurado en la misma obra).

- Liliana Heer, Ángeles de vidrio, Buenos Aires, Norma, 1998.

He leído bastante de Liliana Heer: sus anteriores novelas (Bloyd, que fue premio Boris Vian, La tercera mitad, Frescos de amor) y los cuentos de Dejarse llevar. Sin embargo, es difícil recordar algo muy preciso de estos textos, sin haberlos trabajado especialmente, porque su prosa es laxa, evanescente, y los argumentos, casi inexistentes. En una época, hacía tándem con el Luis Gusmán de En el corazón de junio y otras: una prosa lacaniana, signifique lo que signifique. Ahora Gusmán ha optado por una escritura más transparente, por lo menos en Villa (algo paralelo a lo que sucedió con Piglia, Plata quemada, y quizás con cierto Saer, el de Las nubes, aunque no me arriesgaría a asegurar que se trata de una cierta imposición de mercado... De todas maneras, estas obras son excelentes en sí mismas, y dialogan fructíferamente con la anterior producción de cada autor).
Como sea, Heer me gusta mucho. Ángeles de vidrio puede pertenecer también a esta serie que acabo de mencionar. Su argumento es más claro, y la prosa, aunque siempre lábil y desconectada, no se pierde excesivamente.
Leonor es una chica algo peculiar, que va desde su “aldea” a una gran ciudad. Conoce a Raquel, que la lleva a trabajar como prostituta bizarra; queda embarazada del hermano de Raquel, Tommy. Va a trabajar como camarera. Conoce a Iván, un director de teatro desequilibrado. Al mismo tiempo, se asiste a la historia (juicio televisivo mediante) de O’Connor, un falso cura, asesino serial, a quien ellas conocieron en su trabajo de putas.
Habría que estudiar este texto (breve) por el lado de las duplicaciones, emulaciones, imitaciones, mimesis, parodias, copias, incluyendo la autorreferencialidad permanente a través de la pintura, el teatro, y sobre todo el cine.
“Leonor definía este estilo caos sin consecuencias nefastas” (p. 55). Esta frase, situada prácticamente en la mitad de la novela, parece definirla y definir, precisamente, el estilo de Heer.
Pensé en esto, que se podría extender:

Sgte.: deriva, asociación
------------------------------
Sgdo.: duplicación, mimesis

O sea:

So: metonimia
------------------
Se: metáfora


Esto podría definir el texto, a la vez estructural y semánticamente: la deriva metonímica significando la duplicación metafórica: signo a la vez de una relación imposible (la representación).


6.7.04

Único y último



Pasión y rutina

"Um dia comum na editora é para mim um dia de paixão feito de rotina" (Jorge Zahar, editor brasileño, 1920-1998).




"Un insólito libro sobre los errores ortográficos es un éxito editorial en los Estados Unidos.
Los analistas no se explican cómo un manual sobre errores de puntuación puede ser el libro más vendido desde Harry Potter e intuyen que, tal vez, se deba al caos de los correos electrónicos."
Ver nota en Clarín.

4.7.04

Le preguntaron a Anastasio Somoza (padre) por sus numerosas fincas y posesiones. Contestó: "Que yo sepa, sólo tengo una finca. Se llama Nicaragua."




2.7.04

Notas sumamente deshilachadas sobre
- Joao Guimaraes Rosa, Gran sertón: veredas, trad. de Ángel Crespo, Bogotá, Oveja Negra, 1985.

Leit motiv: “Vivir es peligroso.”
Ver la puntuación jadeante (que el traductor se empeñó en no modificar; habría que analizar muy cercanamente esta traducción, porque es brillante, arriesgada, creo que no siempre acierta pero era lógico).
La palabra bivocal según Bajtín: desde el diálogo imaginario, anticipado, hasta la presencia de varios interlocutores no presentes (el “compadre Quelemén”, Diadorín, etc.). Y quizás más.
Porque el verdadero protagonista de la novela es el lenguaje del yagunzo Riobaldo-Tatarana-Víbora Blanca. Y el sertón. Lo cual se podría relacionar (y habría que hacerlo).
Es cierto: hay algo fáustico, obvio, en Riobaldo. Pero no gana sino que pierde a su Margarita (Diadorin/a). También, algo de Hamlet: ¿Me vengo o no me vengo? ¿Soy o no soy?
Fobia a las ciudades: es posible comparar con Don Segundo Sombra.
Transcribo textualmente una parte interesante, aunque algo hermética, de mis notas de lectura (en las páginas de cortesía del libro):
Un universo al mismo tiempo cerrado y abierto, centrípeto y centrífugo, realismo y alegoría: “el sertón es todo... es sertón está en todas partes...”
Diferencia y universalismo.
Para ver, respecto del debate sobre la estética latinoamericana, el realismo mágico, las estrategias representacionales, etc.
Ahora sí, sobre la traducción de Ángel Crespo:
Deja ver como “a través” el original, aunque para eso fuerce mucho la mano.
Por ejemplo, usa “liso” en lugar de “llano” (u otro equivalente más cercano al español), para “que no pierda su carácter de localismo”. Hay muchos ejemplos así, muy eficaces. Porque ayudan a que no se pierda la “ambientación”, tan importante. Aun “traduciendo” ligeramente los nombres: Quelemén por Quelemem, Diadorín por Diadorim. Todo lo contrario, por ejemplo, de lo que hace Esther Benítez al traducir a Pavese: sus campesinos parecen españoles en lugar de italianos, y esto no puede ser. Crespo se arriesga mucho cuando deja cosas que son más bien brasileñas, como el uso de “demás”, y hasta de “legal”. Pero todo contribuye a estar “dentro del sertón”, y no en otro lado, más indefinido.
Lindas palabras: meletriz, prostitutriz.
La magia del rastreador: página 299 y ss. Se podría relacionar con Sarmiento y el tema del paradigma indiciario de Carlo Ginzburg.

Padres

- Jean Laplanche, Holderlin y el problema del padre, Buenos Aires, Corregidor, 1975.

Una lectura quizás un poco decepcionante, tanto para los fanáticos de Holderlin como para los interesados en el psicoanálisis de la poesía.
Texto intrincado, con una traducción regular y una edición pésima.
Laplanche trata de demostrar la compleja relación entre la esquizofrenia de H. (sobre todo, su definición hacia el 1800) y el comienzo de su gran lírica hímnica.
Y sí, la cosa se pone complicada, porque datos biográficos hay pocos y Laplanche desconfía de todos los exegetas anteriores.
Muy interesante: la relación con el padre simbólico, Schiller; mucho más, el hecho de que H. ideó a Diotima (y su relación con ella) antes de que efectivamente apareciera una “Diotima”, en la persona de Suzette Gontard, su gran amor.
Igual es curioso cómo Laplanche se mantiene en los bordes de la patografía. Sabe que no puede “psicoanalizar” a H., pero tampoco puede evitarlo del todo. Y gira en torno a negar todo el tiempo lo que está haciendo...
Por otro lado, no queda totalmente claro (por lo menos para mí) cuál es la verdadera influencia-relación mutua entre esquizofrenia y poesía, que H. supuestamente inaugura (?). El tema socio-histórico también queda un poco colgado.
Ahora bien, admito que es brillante (aunque también abstrusa) la relación entre el avance de la enfermedad y las teorías filosóficas de H. Creo que esto es aún mejor que la cuestión de la poesía.



Hipotextos

En La máquina cultural, Beatriz Sarlo intercala (remite a) unos supuestos "Hipotextos" que, en realidad, recuerdan a las profusas notas de Josefina Ludmer en El cuerpo del delito. No sólo por su extensión, sino más que nada por remitir a textos académicos norteamericanos (manuales o estados de la cuestión, bastante chatos, por otra parte).




Un motivo repetido en la literatura moderna. Buscar, ordenar, editar la obra de un escritor muerto: Los papeles de Aspern (Henry James), Marta Riquelme (Ezequiel Martínez Estrada), Nombre falso (Ricardo Piglia), La habitación cerrada (Paul Auster).

1.7.04

Ideas

La última: parece que Balbín tenía ideas.
"Las ideas de Ricardo Balbín están vigentes", por Marcos de Estrada, en Clarín de hoy. Ver nota.
(Ah, cierto que De la Rúa era "balbinista". Qué cosa.)