15.7.04

América

"Charles C. Green explica en el Houston Chronicle del 2-7-04 que no se considera una persona peligrosa, que más bien se dedica a escribir. Hace unas semanas voló de Nueva Orléans a Dallas y en el aeropuerto lo atajó una mujer cuando iba a buscar su equipaje. Era una agente de seguridad, le dijo que un pasajero se había quejado de él, le preguntó qué había hecho durante el vuelo y le pidió ver el crucigrama del New York Times que Green, por primera vez en su vida, había completado. Lo ignoró y fijó la vista en una anotación manuscrita al margen de la hoja: “Yo sé que esto es una especie de bomba”, decía. “¿Y esto qué significa?”, preguntó ella. Green aclaró que estaba escribiendo una novela y que en el vuelo se le había ocurrido la frase que Bucky, el protagonista de 42 años, iba a decirle a su amada Julia, de 19, en una escena decisiva del relato. Para confirmarlo, abrió su laptop, fue mostrando a la agente fragmento tras fragmento de la novela en ciernes y ella se convenció de que la bomba no era de TNT precisamente. Los que no se convencieron fueron tres policías que presenciaban la escena. Sin mayores trámites, trasladaron a Green a una comisaría. El que le tomó declaración quiso que el detenido además resumiera la trama de la narración. Al parecer le gustó –aventura Green– porque lo dejaron en libertad “por esta vez”. Más tarde reflexionó: “Si me pudiera dar un consejo práctico a mí mismo y lo aceptara, me diría: ‘Olvídate de lo que leíste sobre EE.UU. en las clases de Historia, Charlie. Olvídate de todo ese asunto de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad..." (Juan Gelman, "Historias de aeropuerto", en Página de hoy).

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