Yo no lo conocía personalmente, pero había leído su gran novela Hacer el odio, en la primera edición, la de Bruguera.
Me sorprendió gratamente el hecho de que se publicara una segunda edición en la misma colección que mi fracasada Ángeles torpes (esa colección era un seleccionado de "tapados", en el que, desde ya, yo desentonaba: Mabel Pagano, Juan Jacobo Bajarlía). (Me contaron que, en la presentación, Angélica Gorosdischer le había preguntado por lo bajo: "Pero vos no sos nazi, ¿no?")
Mucho después, cuando vi que tenía un blog, le escribí un par de veces, una de ellas para felicitarlo por su premio. Siempre me contestó enseguida, con la amabilidad que lo caracterizaba.
Se fue como se había metido en la literatura argentina: por mano propia.
Chapó, Gabriel Báñez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario