28.8.09

Prodromos de la primavera

Quizás es cierto, traduciendo hemisféricamente a Eliot, que octubre es el mes más cruel. Plena primavera: cuando las ilusiones desvaídas del invierno deben realizarse sí o sí. Y, por lo general, es no.
Pero estos amagues primaverales de fines de agosto vienen cargados -sólo para mí, aclaro, no pretendo involucrar a nadie más- de una oleada de nostalgia o, mejor, de melancolía. No digo crueldad, sería demasiado.
Sí son recuerdos que duelen, todos mezclados y uno por uno.
Imposibilidades.
Todas cursilerías con las que se convive en el mundo real, este mismo, igual igual al de hoy, que estará espérándome mañana cuando me despierte.
Y bueno: peor es la tormenta de Santa Rosa, supongo.

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