22.4.05

Niños y adultos

Melanie Klein, en su “Simposium sobre análisis infantil”, sostiene lo siguiente: “El análisis de niños muy pequeños me ha mostrado que incluso un niño de 3 años ha dejado atrás la parte más importante del desarrollo de su complejo de Edipo. Por consiguiente está ya muy alejado, por la represión y los sentimientos de culpa, de los objetos que originalmente desea. Sus relaciones con ellos sufrieron distorsiones y transformaciones, por lo que los objetos amorosos actuales son ahora imagos de los objetos originales.”
(Las controversias entre Anna Freud ―hija dilecta y analizada (!) por su propio padre― y Melanie Klein no versaban solamente sobre la posibilidad y la técnica del psicoanálisis con niños; se trataba de una discusión de fondo entre la teoría de Sigmund Freud y la de Melanie Klein. Ésta, si bien parte del primero, desarrolla ideas propias y distintas en relación con la estructuración del aparato psíquico, especialmente sobre los primeros meses de vida.)
El 9 de octubre de 1927 (recordar que el trabajo de M. Klein mencionado anteriormente fue leído el 4 y 18 de mayo de ese año) Freud escribe en una carta a Joan Rivière: “Nosotros planteamos como algo previo que el niño es un ser pulsional, con yo frágil y un superyó que está sólo en vías de formación. En el adulto trabajamos con ayuda de un yo fortalecido. Por lo tanto, no somos infieles al análisis si tomamos en cuenta en nuestra técnica la especificidad de niño, en el cual, en el análisis, el yo debe ser sostenido contra un ello pulsional omnipotente. Ferenczi ha hecho la observación muy ingeniosa de que, si la señora Klein tiene razón, ya no hay verdaderamente niños.”
Si la neurosis es la persistencia de aspectos infantiles, en realidad lo que tratamos en el paciente neurótico son esos aspectos. Lo que podemos decir, parafraseando a Ferenczi, es que el psicoanálisis trata al niño en el adulto, entonces en el consultorio no hay verdaderamente adultos.

(Extraído de Autismo y otras psicosis infantiles, de Veleda Secchi y col., Buenos Aires, Lumen, 2005, en prensa.)

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