"... me quedo con una pincelada estética que me hizo notar un amigo, porque demuestra hasta qué punto tenía razón Wilde cuando decía que la naturaleza imita al arte: en la serie de variaciones que pintó Francis Bacon sobre el retrato de Inocencio X de Velázquez, hay una que le representa distorsionado con la boca abierta (creo que se llama Papa aullando o algo semejante) y que se parece de modo sobrecogedor a las últimas fotografías de Juan Pablo II en la ventana de sus aposentos, tratando de hablar a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro."
En efecto, uno de los cuadros que responden a la caracterización de Savater ("Screaming Pope") es éste:

Otro es éste:

Pueden verse, con un tamaño mayor, en un extraordinario sitio dedicado a Bacon.
Creo recordar que Wilde decía, en realidad, que la vida imita al arte, no la naturaleza; pero lo mismo da, en este caso. ¡Qué poco puedo identificar a Juan Pablo segundo, tanto con la idea de naturaleza, como -sobre todo en esos últimos días- con la vida misma. ¿La burocracia eclesiástica, la muerte imitan al arte, también? Leopoldo Brizuela
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