28.4.05

¿Qué es un editor?/2

(Continuación del "reportaje".)

- ¿Qué libro/s famosos “desearía” poder editar? Y ¿por qué?
Muchos libros, es difícil elegir uno. Seguramente: Cien años de soledad, de García Márquez; La vida breve, de Juan Carlos Onetti; Rayuela, de Julio Cortázar; Pedro Páramo, de Juan Rulfo; Yo, el supremo, de Augusto Roa Bastos (que acaba de morir). Muchos. Sobre todo, latinoamericanos.

- ¿Cuando lee un libro, es posible dejar de lado al editor y ser un simple lector?
Sí, en general sí... salvo que el libro en cuestión esté muy mal editado y forzosamente se me ocurran cambios que haría o hubiera hecho. Más difícil es dejar de ser “corrector” y contenerse de remarcar los errores de los libros que leo "fuera" del trabajo.

- ¿Que puntos importantes se deben tener en cuenta a la hora de elegir un libro para editar?
Eso depende de determinaciones previas y ajenas al editor. Hay líneas editoriales, más o menos amplias, que se deben seguir obligatoriamente. Primero que nada, el libro debe ser o hacerse vendible. Después, hay requisitos de tipo ideológico, por ejemplo. O elementos como la longitud, la claridad, etc. Pero todo lo que sea “formal” se puede arreglar; lo central es que el libro tenga las condiciones para publicarse en esa editorial en particular.

- ¿Qué cree que siente un autor cuando el editor rechaza su libro? ¿Cuáles son los fundamentos apropiados para rechazarlo?
Frustración, claramente. (Es lo que he sentido yo como autor.) El único fundamento que se debería dar es respecto a la no adecuación del libro a la línea editorial. Claro, si el editor tuviera el tiempo necesario, podría ponerse a dar su opinión personal sobre el libro, consejos al autor para reformularlo, etc., pero esto no es del todo correcto. No se trata de un taller literario, y otro editor podría tener otra opinión, muy distinta. Creo que el editor no tiene que ceder a la tentación de un diálogo “pedagógico” con el autor postulante; esto puede volverse interminable o terminar mal.

- ¿Cuáles fueron los momentos más satisfactorios e insatisfactorios de su profesión?
Los más satisfactorios tienen que ver con la elección de un buen libro (bueno para uno) y la posibilidad de seguir el proceso de su producción hasta que esté “en la calle” y sea leído, más o menos, por el público. Tener que editar libros “malos” o meramente comerciales, o muy mal escritos desde el origen, es insatisfactorio, frustrante. Que un libro en el que uno puso mucho trabajo salga con errores (por apuro, por ineficacia de otros) también es malo. O que no sea suficientemente difundido.

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