Pongo algunas fichas a Josef Ratzinger, verdadero cerebro (diría "monje negro" si no fuera redundante) del papado en las últimas décadas. Es cierto que está viejo y que le convendría seguir siendo "el poder detrás del trono (papal)", pero no habría que descartar su humana, humanísima ambición de quedar en la historia.
Claro que, si buscaran un impacto digno del anterior papa, tendrían que elegir, por lo menos, a uno negro, pero ¿quién se imagina tal cosa?
Colin Powell, seguro. L
ResponderBorrar¡Es cierto! ¿Quién se imaginaba un secretario de Estado de USA negro? ¡¿Y mujer?! Pongámosle una ficha al nigeriano, entonces.
ResponderBorrar¿Y quién se imaginaba que Colin iba a ser igual o peor que el más hijo de puta de los blancos, y que Condoleeza iba a ser igual o peor que el más hijo de puta de los tipos? Para llegar, habrán tenido incluso que hacer "más méritos". Méritos odiosos porque humillan al black power y al feminismo. A todo esto, entré a un chat gay y dije: 'murió Alsogaray y mañana se viene el Papa! y todo el mundo irrumpió en puteadas contra mí. ¿Imaginan que un gay pueda sentirse "mal" porque muera Juan Pablo II? Así de misteriosa es el alma humana; así de tentador es, incluso para las víctimas, el poder. Terminé expulsado del chat por el administrador con el argumento "cuidá el lenguaje"; yo le respondí, "en un chat room en aque alguien puede llamarse culoansioso yo descuido el lenguaje?" PIchón de académico, el administrador no me respondió nada. Leopoldo Brizuela
ResponderBorrarNo, no, supongo que tu pregunta del principio es retórica. Yo sí me imaginaba que iban a ser hijos de puta. Son republicanos y llegaron ahí... por algo iba a ser. De todos modos, la historia de Colin Powell es muy interesante. Candidato "natural" a presidente, por haber "ganado" la primera guerra del Golfo (y naturalmente republicano, por ser milico), no pudo serlo porque tenía un flanco débil: no sólo ser negro, sino haber ascendido gracias a la discriminación positiva, contra la cual está abanderado oficialmente el Republican Party. Finalmente, pudo ser secretario de Estado, cargo no elegible y, por lo tanto, no cuestionable. Lo de la chica Arroz, dejémoslo ahí, por ahora.
ResponderBorrarSí, claro que era una pregunta retórica. Hubiera debido escribir, quién se imaginaba que un negro o una mujer podría ser tanto o más hijos de puta que los "hombres blancos"...etc. Creo que no lo dije así, curiosamente, porque algo de la corrección política se me pegó y la palabra negro me suena ofensiva. ¡Qué boludo soy aun sin darme cuenta...! Bueno, te cuento otra anécdota: hace poco, en un aeropuerto de USA, descubro una novela de Conrad que no conozco y me precipito a comprarla: Conrad es mi Dios. La abro, y no es otra que El negro del Narciso, te diría que mi novela favorita, a la que le cambiaron el título por que "nigger" no es correcto. Luisa Valenzuela me improvisó, por teléfono, otro título, ya que lo de Narciso parece demasiado reñido con la atención al Otro, etc. La novela podría llamarse, según ella, "El hombre subsahariano del navío cuyo nombre es una flor". Leopoldo Brizuela
ResponderBorrarMuy interesante el intercambio y muy gracioso lo de L. V. Por un lado, está la hipocresía de lo políticamente correcto, por el otro, la voluntad de confiar en que los oprimidos van a tener posiciones conscientes de su opresión (yo también me golpeo contra esas paredes todo el tiempo), y encima, la evidencia de comprobar que la especie humana no sólo tolera sus cadenas sino que las refuerza con pasión... Estamos bien jodidos.
ResponderBorrarImpagable tu anécdota del chat gay, impagable y desoladora.
En fin, menos mal que existe el sentido del humor.