14.8.05

Ensayo

- Theodor Adorno, “El ensayo como forma”, en Notas de literatura, Barcelona, Ariel, 1962.

el ensayo no admite que se le prescriba su competencia.

La separación de ciencia y arte es irreversible… (pero) tampoco debe hipostatizarse su contraposición

El ensayo no apunta a una construcción cerrada, deductiva o inductiva.

el ensayo rectifica el desprecio por lo históricamente producido como objeto de la teoría.

En el enfático ensayo el pensamiento se libera de la idea tradicional de verdad.

El pensador no piensa, sino que se hace escenario de experiencia espiritual, sin analizarla.

El ensayo procede de un modo metódicamente ametódico.

Es inherente a la forma del ensayo su propia relativización

La discontinuidad es esencial al ensayo, su cosa es siempre un conflicto detenido.

Escribe ensayísticamente el que compone experimentando.

El ensayo es lo que fue desde el principio: la forma crítica par excellence… el ensayo es crítica de la ideología.

El ensayo conserva restos de aquel elemento comunicativo de que carece la comunicación científica.

El ensayo se ocupa de lo opaco de sus objetos.

El ensayo sigue siendo idea, porque no capitula ante el peso del ente, porque no se inclina ante lo que meramente es.

la más íntima ley del ensayo es la herejía.

5 comentarios:

  1. Anónimo12:08 p.m.

    Maravilloso Adorno. Cada vez me resulta más urgente lo que dice. ¿Cuántos ensayos de verdad conocen en las últimas dos o tres décadas argentinas? Yo puedo nombrar tan poquitos... A la inversa de la narrativa o la poesía, esta rama de la no capitulación ante lo que es viene tan capitulante...

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  2. Sí, sí. Nos ha vencido la especialización (seudo)científica o, directamente, la banalidad. Pero, sea como sea, no se le puede negar a Beatriz Sarlo cierto mérito en el rubro, de Instantáneas para acá, ¿no? Y Horacio González, yo agregaría. Una prosa a veces muy abigarrada pero fascinante.

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  3. Anónimo10:26 a.m.

    Pablo, de dónde sacaste estos textos. Son muy interesantes, en verdad. sobre todo esa idea de uno como un escenario. QUe podría decirse para la narrativa también. LB

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  4. Sí, es cierto. Incluso parecería más típico de la narrativa. Los textos están en Notas de literatura, los damos en la cátedra de Problemas, sólo como apoyo teórico para el tema del "ensayo latinoamericano". A mí también me gusta Adorno; aunque su "elitismo" recalcitrante me choque (no puede entender el jazz o el cine, tal como Steiner), fue coherente hasta el final, creo.

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  5. Anónimo1:23 p.m.

    BUeno, no hay nada más fácil que ser coherente con el elitismo, no? En mi vida no he sido otra cosa, secretamente; sufriendo y sintiendo el asma, el cancer del elitismo. Lo difícil es sostener lo contrario; la lucha de cada día es sostener lo contrario... más que cualquiera de las otras, de las evidentes, de las famosas, de las prestigiadas. LB

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