Como Harvey Keitel en Smoke, pero no día a día sino año a año, me propuse sacar la misma foto, o una foto del mismo lugar. (La foto no es la misma, porque el lugar y, sobre todo, yo tampoco, etc.) Es una esquina de la casa del padre Paul, mi anfitrión en Johannisberg. Hay una vereda y paredes de piedra, un banco de plaza, una fuentecita de bronce, no mucho más. La vegetación del jardín, habitualmente densa, asoma por detrás del conjunto, pero sin invadirlo.
El primer año, la toma, casi al azar, fue exquisita: el sol hacía reverberar la pequeña fuente, etc. Supongo que esto me llevó a querer repetirla. Pero el segundo año la saqué de noche; no una sutil variante, sino una imposibilidad de otra cosa, por falta de tiempo. Se nota que es el mismo lugar, pero se ve bien poco.
El tercer año, entonces, intenté nuevamente de noche. Demasiada niebla, la foto ni siquiera salió revelada.
El cuarto año, la saqué desde otro ángulo. En realidad, yo creía que era otro ángulo, pero sólo estaba muy nublado. Era de día, pero estaba nublado.
Creo que estos rituales son demasiado peligrosos para mi salud mental, ya de por sí precaria. Debería dejarlos, etc.
paul, por qué no las subís al blog así las vemos?
ResponderBorrarNada me gustaría más, pero no tengo escáner. Voy a ver qué puedo hacer. ¡Y ojalá pueda subir la de este año, por lo menos!
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