Es famoso este relato zen (creo que también existe en otras tradiciones, pero suena muy “zen”).
En un juicio, un contendiente afirma X, y el juez le da la razón. El otro contendiente afirma no-X, y el juez también le da la razón. Un amanuense se queja ante el juez: "Dio la razón a ambos, que afirmaban cosas contradictorias." El juez, entonces, le da la razón también a él.
¿Pueden ser verdaderos dos enunciados contradictorios? Sí, de varias maneras. Todas involucran algún desplazamiento de la noción de “verdadero”. Por ejemplo, del enunciado a la enunciación: “No importa qué se diga, sino quién lo dice.”
Al final de Haz lo correcto, la película de Spike Lee, aparecen dos largas citas que dicen cosas contradictorias, una de Martin Luther King (pacifista) y otra de Malcolm X (violenta). ¿Quién decía la “verdad”? Ambos, parece decir Spike Lee (aunque después hizo una película sobre Malcolm X y no sobre Martin Luther King.) Ambos, porque son negros. Variante del “black is beautiful”: “black is true”.
En un debate televisivo, estaban Graciela Fernández Meijide, Silvia Suller y María Elena Oddone (pionera feminista argentina). Suller habló a favor de la prostitución femenina (lo digo así para simplificar); Fernández Meijide, en contra. Oddone les dio la razón a ambas. Ambas tenían razón, por ser mujeres.
Hipótesis: trasladar la noción de verdad del enunciado a la enunciación es, por lo menos, destacar su naturaleza estratégica, es decir, política.
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